El rey Mohamed VI de Marruecos ha «desterrado» a catorce gendarmes encargados de la vigilancia de costas en la región de Tetuán, en el norte del país, al Sáhara Occidental, tras lo que la prensa califica de un «enfado real» producido el pasado viernes durante una visita a la región.
Los catorce gendarmes, entre ellos un coronel y varios oficiales, fueron conducidos a un avión militar y trasladados inmediatamente a El Aaiún sin una función precisa, y sus plazas ya han sido cubiertas por otros sustitutos.
Dos diarios dan cuenta de este último «enfado real» sin aclarar las causas, aunque ciertamente tienen que ver con el control de las costas norteñas, dado que los castigos se han centrado principalmente en la comandancia regional de la Gendarmería Marítima de Mdiq (antiguo Rincón), donde todos los agentes han sido llevados al Sáhara.
Al Sabah apunta que las razones del enojo del rey, que suele pasar los veranos en esa región, pueden tener que ver con el aumento de las actividades del narcotráfico desde puertos norteños, con el manejo «arbitrario» de los puertos de la zona e incluso con el contrabando de arena desde las playas del norte mediterráneo hacia el sur.
El diario Al Massae anota que el traslado de los gendarmes fue decidido antes de los resultados de una investigación ordenada por el monarca sobre los «errores» cometidos por los afectados.