El presidente de Francia, Emmanuel Macron, nombró este lunes como nuevo primer ministro a Édouard Philippe, hasta ahora diputado en la Asamblea Nacional por el partido conservador Los Republicanos y alcalde de la ciudad portuaria de Le Havre (norte).
El secretario general del Elíseo, Alexis Kohler, fue el encargado de anunciar que Macron había elegido a Philippe, y que «le ha encargado formar el nuevo Gobierno», que se espera que se presente mañana mismo, antes de la celebración del primer Consejo de Ministros, el miércoles.
La breve comparecencia de Kohler se hizo esperar, ya que se produjo pocos minutos antes de las 15.00 hora local (13.00 GMT), cuando se esperaba desde primera hora de la mañana, lo que hizo que empezaran a circular diversos rumores.
El anuncio tuvo lugar poco antes de que el jefe del Estado saliera del Palacio del Elíseo en dirección a Berlín, donde tiene una cita a las 17.30 hora local (15.30 GMT) con la canciller alemana, Angela Merkel, para hablar del relanzamiento del proyecto europeo.
Philippe se encontraba desde media mañana en su despacho de diputado en la Asamblea Nacional, adonde llegó seguido por cámaras de televisión desde su domicilio de París.
La entrada en funciones del nuevo jefe del Gobierno se debe formalizar hoy mismo, ya que el primer ministro saliente, el socialista Bernard Cazeneuve, tenía preparado el estrado para la ceremonia del traspaso de poderes desde primera hora en su residencia oficial del Hotel de Matignon.
Philippe no sólo es miembro de Los Republicanos, sino que durante años ha sido uno de los más próximos colaboradores del ex primer ministro Alain Juppé, al que apoyó en la campaña para las primarias de la derecha en noviembre, cuando fue derrotado por François Fillon.
En una primera reacción, Juppé dijo a la prensa que Philippe «es un hombre de una gran calidad para la misión difícil que le ha encomendado el presidente» y «un diputado que conoce bien los arcanos de la vida parlamentaria».
Su principal reto es poner en práctica las prioridades del jefe del Estado, sabiendo que para eso habrá de conseguir una mayoría parlamentaria en las elecciones legislativas de junio.
Al término de la primera vuelta de los comicios presidenciales, cuando se conoció que Macron iba a enfrentarse a la ultraderechista Marine Le Pen, Philippe dijo que, una vez en el poder, el actual jefe del Estado tendría que optar por la «transgresión».
En un artículo publicado en el diario «Libération» el 3 de mayo, consideró que debería «salir del cara a cara antiguo, cultural, institucionalizado y confortable de la oposición entre derecha e izquierda para constituir una mayoría de un nuevo tipo», pero también advirtió de que el «sistema» le pondría dificultades.
(Seguirá ampliación)