La líder del Frente Nacional, Marine Le Pen, ha anunciado este domingo que va a llevar a cabo una «profunda transformación» del partido tras conseguir el que es hasta la fecha el mejor resultado desde que lo fundara su padre, Jean-Marie Le Pen, en 1972.
Le Pen ha comparecido poco después de las 20.00 horas, tras conocerse las proyecciones que dan a su rival, el centrista Emmanuel Macron, la victoria con el 65,5 por ciento de los votos, lamentando que «los franceses han votado por la continuidad».
Según ha dicho, ha llamado al líder de ¡En Marcha! para felicitarle y desearle «éxito ante los inmensos desafíos a los que se enfrenta Francia», lamentando que «las formaciones políticas que han asumido la responsabilidad» de que Macron sea elegido «se han desacreditado a sí mismas», en referencia tanto al Partido Socialista como a Los Republicanos, que han llamado a votar por el exministro.
En su opinión, el resultado de esta segunda vuelta ha convertido al Frente Nacional «en la primera fuerza de oposición al nuevo jefe de Estado», si bien se ha referido a su partido como «alianza patriótica y republicana», dando a entender así que sería el nuevo nombre.
A continuación, la dirigente ultraderechista ha puesto el acento en que estas elecciones presidenciales han supuesto una «descomposición importante de la vida política francesa» ya que las dos grandes fuerzas quedaron fuera de la segunda vuelta.
La política francesa se ha recompuesto ahora en torno a la división entre «patriotas» y partidarios de la globalización, ha añadido, apuntando ya a la que será la próxima cita de los franceses con las urnas: las legislativas del 11 y 18 de junio.
En este sentido, y refiriéndose a la reflexión que socialistas y centro-derecha están acometiendo en sus filas ante el mal resultado de las presidenciales, ha admitido que el Frente Nacional «también se tiene que renovar profundamente, con el fin de estar a la altura de esta oportunidad histórica y de lo que esperan los franceses».
«Por tanto, propondré iniciar una transformación profunda de nuestro movimiento con el fin de constituir una nueva fuerza política que reclaman numerosos franceses», ha añadido Le Pen.
Por último, y lanzando así su campaña para las legislativas, ha pedido a «todos los patriotas» que se unan a ella y su partido «con el fin de participar en la lucha decisiva que comienza esta noche». «En los próximos meses, Francia os necesitará», ha concluido.
Jean-Marie Le Pen, contrario al cambio
La reacción de Jean-Marie Le Pen al posible cambio de nombre no ha tardado en llegar. El histórico político ultraderechista, que mantiene una agria relación con su hija desde que ésta le expulsó del partido en 2015, ha advertido de que el cambio de nombre «dependerá del congreso del partido».
«Eso no depende ni de Marine Le Pen, ni de Florian Philippot (mano derecha de la candidata), que debería ser discreto teniendo en cuenta el fracaso de esta noche», ha añadido en declaraciones a 'Le Monde'. En cuanto al resultado obtenido por su hija, ha admitido que es «una decepción» y lo ha atribuido que se ha centrado en temas como «el euro, Europa y la jubilación a los 60 años».
Philippot, número dos del Frente Nacional, ha recordado a Le Pen padre que ya no es el presidente de honor porque fue expulsado y que él solo obtuvo el 18 por ciento de los votos frente a Jacques Chirac en la segunda vuelta de 2002.
«No tiene ninguna lección que dar», ha recalcado en TF1, insistiendo en que el Frente Nacional va a «transformarse en una nueva fuerza política que, por definición, no tendrá el mismo nombre». Mejor resultado del frente nacional
El de este domingo, a falta de que datos oficiales, es el mejor resultado obtenido hasta la fecha por el Frente Nacional. Marine Le Pen ya había logrado una cifra récord de votos en la primera vuelta, con 7,6 millones, pero en esta segunda vuelta habría logrado más de 11 millones.
Desde que la eurodiputada tomó las riendas del partido en 2011 los resultados no han hecho sino mejorar, consiguiendo en las elecciones europeas de 2014 convertir al Frente Nacional en la primera fuerza en Francia, si bien esos comicios son a una sola vuelta.
Ahora, el reto que tiene Le Pen ante sí es mantener esos votos en las parlamentarias, ya que si lo hiciera podría ser la principal fuerza en la Asamblea Nacional y obligar a Macron a la cohabitación, si bien los sondeos no auguran que esto vaya a ocurrir.
En las elecciones de 2002, cuando su padre dio la sorpresa y se coló en segunda vuelta frente a Chirac, el partido obtuvo un mal resultado en las parlamentarias y quedó fuera de la Asamblea. Al partido, le perjudica el sistema a doble vuelta, ya que por regla general las dos grandes familias políticas aúnan fuerzas y forjan un «frente republicano» con el que derrotar al candidato del Frente Nacional.