La capital argentina, Buenos Aires, y ochenta ciudades más salieron a la calle este pasado miércoles para participar en multitudinarias protestas contra los feminicidios y las agresiones machistas contra las mujeres, a raíz de la brutal violación y asesinato de Lucía Pérez, una adolescente argentina de 16 años hace unas semanas en Mar del Plata.
El país sigue aún conmocionado por la forma en la que murió la joven, drogada, «violada vía vaginal y anal, no sólo con el pene del hombre que lo hizo sino también utilizando un objeto romo, como pudo haber sido un palo», según la descripción de la fiscal encargada del caso, por el cual hay ya tres detenidos, dos como supuestos autores del crimen y el tercero acusado de encubrirlos.
La autopsia reveló que la causa de la muerte fue el empalamiento, después de que el «objeto romo» tocara el nervio vago o pneumogástrico, que comunica la garganta con el aparato digestivo.
En su recuerdo, miles de argentinos vistieron el negro y bajo la lluvia llenaron la capital al grito de «Basta de feminicidios», en homenaje a las más de 200 mujeres asesinadas en el país en lo que va de año, una veintena solo en el mes de octubre.
Trágico fin de Florencia
Al grito se unió Santiago de Chile, llamada a la movilización a través de las redes sociales desde el pasado lunes bajo el lema 'Ni una menos'.
En su caso, el motivo era la noticia de la muerte de Lucía, pero también el trágico fin de Florencia, una niña de 10 años, asesinada por su padrastro en la localidad chilena de Coyhaique.
En un principio se trataba sólo de una concentración, pero al ver el impacto que generó la convocatoria se pidió autorización para marchar sobre las calles, según fuentes de la Coordinadora Autónoma contra la Violencia, uno de los órganos convocantes de la jornada de protesta.
Además, en otros puntos de América Latina, como en Paraguay o Perú, también se produjeron manifestaciones y protestas en repudio de la violencia contra las mujeres.