Estado Islámico (EI) ha utilizado por primera vez rudimentarios drones con explosivos con resultado de muerte en el frente de Mosul (Irak), según confirm el Pentágono.
Recientemente, los pershmerga (tropas kurdas) cerca de Mosul derribaron un pequeño dron del EI y cuando lo inspeccionaron se activó una carga explosiva que acabó con la vida de dos soldados, la primera vez que se produce una muerte por este tipo de armamento improvisado.
El coronel John Dorrian, portavoz de la misión estadounidense contra el EI en Irak y Siria, dijo que el Pentágono vigila muy de cerca la creación de armamento improvisado por parte del EI, que ya había utilizado drones o cuadricópteros para grabar y vigilar el frente enemigo.
«Las implicaciones en este caso indican que no hay una amenaza existencial (a las tropas estadounidenses o aliados) y no tiene una importancia militar como para detener lo que estamos haciendo (cerca de Mosul)», explicó Dorrian.
Esta nueva arma improvisada es otro tipo de táctica utilizada por el EI al tiempo que continúan los avances de peshmerga y del Ejército iraquí sobre Mosul, una batalla que parece inminente en la segunda ciudad iraquí y el principal bastión de los yihadistas en Irak.
Dorrian explicó que la coalición liderada por EEUU se está centrando en bombardear «posiciones de combate» y acabar con líderes yihadistas para despejar el camino de las tropas de tierra locales, asistidas desde la retaguardia por militares estadounidenses.
El portavoz del Pentágono indicó que esperan una batalla de «guerrilla urbana» con túneles, explosivos improvisados y el uso de civiles como escudos humanos, algo que podría complicar y alargar la toma de la ciudad.
A la larga, el militar confía en que el EI se vea obligado a retirarse de sus principales plazas en Irak y Siria, quedando reducido a una grupo terrorista, condenado a la clandestinidad y a no tener territorio o un papel de fuerza de gobierno.