Zianna Oliphant es una niña normal de la ciudad norteamericana de Charlotte, aunque se ha hecho famosa en las últimas horas por su conmovedor mensaje en el equivalente norteamericano a un pleno municipal.
Allí se subió al estrado y con lágrimas en los ojos relató que «es una pena que estén matando a nuestros padres y madres, y no los podamos ver nunca más, que tengamos que ir al cementerio y enterrarlos».
«Tenemos lágrimas y no deberíamos tenerlas», expresa la pequeña, quien reclama ante un emocionado auditorio que «necesitamos a nuestros padres y madres para que estén a nuestro lado».
El pronunciamiento sucede apenas una semana después de los fuertes disturbios que se registraron en esta ciudad de Carolina del Norte, tras la muerte de otro afroamericano a manos de la Policía y rodeado de un creciente clima de crispación racial en el país.