La Policía canadiense afirmó este jueves que mató ayer miércoles a Aaron Driver, un supuesto simpatizante del grupo Estado Islámico (EI), cuando presuntamente se dirigía a cometer un atentado suicida en un centro de transporte urbano del país.
El subdirector de la Policía Montada de Canadá, Mike Cabana, y la directora asistente del cuerpo, Jennifer Strachan, dieron hoy detalles del enfrentamiento entre policías y Driver en una rueda de prensa celebrada en Ottawa, en la que también indicaron que fueron alertados por el FBI de Estados Unidos.
Cabana declaró que ayer el FBI proporcionó a la Policía Montada canadiense información sobre un inminente atentado terrorista, junto con el vídeo grabado por Driver en el que justificaba sus acciones.
El vídeo fue mostrado durante la conferencia de prensa y, en las imágenes, el individuo identificado como Driver dice a la cámara que Canadá «pagará por todo» lo que ha hecho al islám.
Según Cabana, con esa información, las autoridades canadienses identificaron rápidamente al sospechoso como Aaron Driver, un canadiense de 24 años conocido por la Policía como simpatizante del EI.
Driver abandonó ayer miércoles su vivienda en la localidad de Strathroy, 225 kilómetros al oeste de Toronto, con una mochila y se subió a un taxi.
En ese momento, los agentes se enfrentaron a Driver, que detonó un artefacto que le causó heridas y también hirió al conductor del taxi.
Driver murió antes de poder activar un segundo artefacto explosivo y Strachan afirmó durante la rueda de prensa que la Policía todavía no sabe si la muerte fue causada por la explosión o los disparos de los agentes.
La Policía canadiense también afirmó que, en estos momentos, no se sabe cuál era el objetivo del ataque suicida que Driver tenía planeado.
Hoy, medios de comunicación locales, que citan fuentes de los servicios de seguridad, señalaron que era el principal centro de transporte público de Toronto, Union Station, en el centro de la ciudad.
Ayer, cuando las autoridades canadienses fueron avisadas por Estados Unidos del inminente atentado, la Policía Montada avisó de la situación a las principales autoridades de transporte público de Toronto, así como al aeropuerto internacional de la ciudad.
Tras la rueda de prensa, el embajador de Estados Unidos en Canadá, Bruce Heyman, hizo público un comunicado en el que dice que «este caso es un ejemplo de la fuerte cooperación de las fuerzas de seguridad de Canadá y Estados Unidos».
«Nuestra relación refleja el compromiso conjunto para proteger la seguridad de nuestros ciudadanos», añadió Heyman.