Inmigrantes del campamento de Calais (norte de Francia), cuyo desmantelamiento parcial han iniciado las fuerzas del orden, protagonizaron anoche incidentes en las carreteras adyacentes, donde atacaron camiones y se enfrentaron a la policía.
Cuatro personas, tres de ellas «activistas extremistas» y la cuarta un inmigrante, fueron detenidas durante la jornada, según un portavoz de la subprefectura (delegación del Gobierno) que señaló que hubo varios agentes «contusionados».
Los incidentes se produjeron a la caída de la noche en la autopista de acceso al puerto de Calais que pasa por las proximidades del campamento conocido como «la jungla».
«Varias decenas de inmigrantes» irrumpieron en las vías y lanzaron diversos tipos de proyectiles contra los camiones con intención de detenerlos y subirse a los vehículos, explicó a Efe el portavoz de la subprefectura.
En las imágenes emitidas hoy por la televisión «France 2» se podía ver cómo varios hombres lanzaban piedras y otros objetos contra los camiones, a los que también golpeaban con barras.
Los agentes antidisturbios intervinieron para despejar la calzada y recibieron a su vez algunos proyectiles,
En el origen de este estallido está el desmantelamiento de la parte sur de «la jungla» decidida por el Gobierno francés, que empezó a gran escala ayer por la mañana con la llegada de una veintena de trabajadores y dos excavadoras, y de decenas de agentes antidisturbios para proteger el trabajo de destrucción de chabolas.
El Ejecutivo francés pretende reducir la presión de los varios miles de inmigrantes que hay en Calais con intención de pasar de forma clandestina al Reino Unido.
Para ello proponen a los desalojados de «la jungla» una residencia alternativa en otras regiones de Francia.
Activistas -en su mayoría británicos- de la organización No Border, que lucha por la supresión de las fronteras, participaron ayer en primera línea de las protestas contra la operación lanzada la semana pasada por las autoridades francesas, y que se debe prolongar durante semanas.