Tres policías turcos han muerto y otros cuatro han resultado heridos por la explosión de una bomba supuestamente colocada por el grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), informó este lunes el diario «Hürriyet».
El atentado se produjo poco antes de la medianoche en la provincia suroriental de Sirnak, cuando una bomba escondida en un arcén explotó cuando pasaba el vehículo blindado de los agentes.
Un helicóptero trasladó a los siete policías heridos que estaban dentro del vehículo al hospital provincial de Sirnak, donde tres de ellos murieron.
En la misma provincia un grupo de miembros del PKK -definido como terrorista por Turquía, la Unión Europea y EE. UU.- atacó con fusiles de largo alcance y lanzacohetes un cuartel de la Gendarmería en la localidad de Idil.
El Ejército turco envió unidades de refuerzo al lugar sin que por el momento se tenga información sobre posibles víctimas.
Desde el fin del alto el fuego el pasado verano entre el PKK y las fuerzas de seguridad, al fracasar unas conversaciones de paz, cientos de personas han muerto en atentados y enfrentamientos.
Además de atentados y emboscadas del PKK en zonas rurales contra las fuerzas de seguridad, se han producido duros enfrentamientos en varias ciudades turcas en las que el Ejército ha impuesto el toque de queda.
Las fuerzas de seguridad turcas lanzaron una gran ofensiva a mediados de diciembre para desalojar a los guerrilleros de las ciudades de Silopi y Cizre, así como del casco histórico de Diyarbakir, la principal ciudad kurda de Turquía.