El Papa ha lamentado, este jueves 31 de diciembre, último día del año, que las televisiones no dan buenas noticias ni «gente santa» porque no tienen audiencia, durante su encuentro antes más de 6.000 niños cantores, que celebran en Roma su XL Congreso Internacional organizado por la Federación Internacional de los Pueri Cantores.
El Pontífice ha señalado que el mundo no siempre será malo y que puede mejorar. En este sentido, considera que los medios de comunicación son selectivos a la hora de informar sobre buenas conductas.
«Cuando veas la televisión en casa, recuerda que en el mundo hay una lucha entre el bien y el mal, entre Dios y el Diablo. Lo bueno no da audiencia», ha asegurado.
«¿Por qué no se ve en la televisión a la familia que educa bien? Porque existe esta atracción hacia el mal. Existe tanta gente santa pero no se ve en la televisión porque eso no tiene rating, no tiene publicidad», ha agregado en este sentido.
Además, ha advertido ante la audiencia infantil que «vivir enfadado es una enfermedad» y que el «remedio es rezar más». «Enfadarse hace mal a uno mismo, envenena. Hay gente que tiene el alma amarga, que todas las mañanas se lava los dientes con vinagre», ha asegurado.
Francisco ha respondido con paciencia las ocurrentes preguntas de niños de coros religiosos de diversos países a los que ha recibido en audiencia en el Aula Pablo VI del Vaticano.
De mayo, carnicero
Ante ellos, ha reconocido que él también se enfada, pero aclarando que «no muerde» y ha asegurado que de pequeño quería ser carnicero porque le gustaban los cuchillos grandes.
«¿Qué querías ser de mayor?», ha preguntado una niña al Papa. «'Carnicero! Porque le veía con el cuchillo cortar la carne y me gustaba», ha respondido.
«Hay niños que no tienen qué comer en el mundo, hay niños que no pueden ir a la escuela porque está la guerra, o no hay escuelas, hay niños que cuando se enferman no pueden ir a un hospital. Recen por estos niños, recen», ha agregado.
El Papa ha constatado que «el mal» se puede hacer «en grande y en cosas simples, tanto en la guerra como en un muchacho o una muchacha mentirosos».
Este jueves 31 de diciembre por la tarde, el Papa Francisco celebrará la ceremonia solemne de las vísperas y presidirá el canto del himno de gozo «Te deum», en la Basílica de San Pedro. Se trata de dos formas de despedir el año y dar gracias.