El nuevo presidente de Volkswagen, Matthias Müller, afirmó que en enero próximo comenzarán las reparaciones de los vehículos con motores diesel manipulados, una operación que espera que concluya a finales de 2016.
En su primera entrevista desde que asumió el cargo, concedida al diario Frankfurter Allgemeine Zeitung, que adelantó parte de sus declaraciones, Müller dijo que esta semana someterán a las autoridades federales de transporte de vehículos las soluciones técnicas, y si se aceptan comenzarán en enero las reparaciones.
«A finales de 2016 se deben estar arreglados todos los coches», añadió, al cifrar en «sólo» 9,5 millones de los vehículos afectados, frente a los 11 millones que el grupo había previsto.
Müller declaró que espera que «haya menos. Pero todavía hay demasiados».
Un gran número de ellos son reparables, según los informes, mediante una actualización de software, pero algunas intervenciones graves en partes del vehículo son probablemente necesarias, «por supuesto, de forma gratuita para el cliente», afirmó.
Ante la magnitud de las reparaciones y penalizaciones, el máximo directivo de Volkswagen anunció el lunes que el grupo deberá tomar medidas dolorosas y revisará su plan de inversiones para hacer frente a las consecuencias financieras del escándalo de la manipulación de emisiones.
Ante 20.000 empleados y representantes de los trabajadores de sus plantas en todo el mundo reunidos en asamblea en la sede central de Wolfsburgo (norte de Alemania), Müller advirtió de que la empresa debe realizar «ahorros drásticos», y aseguró que «se hará todo lo posible» para mantener los puestos de trabajo.
Entre otras cosas, la constructora alemana quiere posponer inversiones en maquinaria e infraestructura.
Además, proyectos como el Phaeton, modelo de clase alta, está en observación, así como Bugatti, una marca de lujo.
También se pretende repensar el compromiso con el fútbol. «Moveremos cada piedra y también vamos a mirar hacia él», dijo.
Según ha reconocido la empresa, el software trucado se encuentra en cinco millones de turismos y 1,8 millones de furgonetas de la marca Volkswagen; 2,1 millones de coches Audi; 1,2 millones de Skoda y 700.000 coches de Seat.
El consejo de supervisión de Volkswagen, órgano de vigilancia existente en las grandes empresas alemanas, se volverá a reunir en Wolfsburgo este martes, cuando se cumple el plazo que dio el Gobierno alemán al consorcio para presentar un calendario para subsanar las manipulaciones.