La compañía nipona Toshiba anunció este martes que su presidente, Hisao Tanaka, dimitirá tras el escándalo de la manipulación de la contabilidad con la que se llegaron a inflar los beneficios en unos 1.125 millones de euros en un periodo de casi 7 años.
En un comunicado, la multinacional dedicada a infraestructuras y electrónica, explicó que tanto Tanaka como otros miembros de la junta directiva «van a dejar sus cargos a día de hoy y a partir del día 22 otras personas ocuparán sus puestos».
La dimisión llega tras la publicación de un informe de un grupo de expertos independientes que revela como la cúpula de Toshiba alentó la manipulación «sistemática» de la contabilidad de la compañía, con la que se llegó a inflar el beneficio operativo en 151.800 millones de yenes (1.221 millones de dólares/ 1.125 millones de euros) desde 2008 a 2014.
El comunicado publicado tras una reunión del consejo de administración, la compañía detalló que junto al presidente, dimitirán también sus predecesores y actuales vicepresidente y consejero, Norio Sasaki y Atsutoshi Nishida.
Se espera que el todavía presidente, en el cargo desde 2013, comparezca hoy en Tokio en una rueda de prensa, en la que podría hacer el anuncio oficial de su dimisión, para explicar el resultado de la investigación hecha pública este lunes sobre la manipulación contable de la compañía.
En un comunicado paralelo, Toshiba anunció además que el actual presidente honorífico Masashi Muromachi, ejercerá desde mañana también como presidente, y que será renovada parte de la cúpula directiva, con lo que la compañía «busca aportar nuevos aires empresariales».
Tras dos meses de trabajo, un grupo de expertos independientes, publicó este lunes un informe que detalla las «sistemáticas» manipulaciones contables llevadas a cabo por la compañía con la participación de la cúpula del conglomerado empresarial.
«Se llevaron a cabo prácticas contables inapropiadas y continuadas al mismo tiempo y de manera sistemática en muchas divisiones de la compañía», señala el informe encargado por la propia Toshiba después de que las autoridades detectaran las primeras irregularidades el pasado febrero.
Los responsables de la investigación, entre ellos un fiscal retirado, han detectado irregularidades contables en diversas áreas de negocio como la construcción de proyectos de infraestructuras, semiconductores y ordenadores personales.
Además han acusado a los directivos y empleados de la compañía «de no tener la conciencia o el conocimiento necesarios de las prácticas contables adecuadas».
La supuesta manipulación de las cuentas realizada por Toshiba consistió en registrar en el ejercicio siguiente los costos del segmento de infraestructuras de la empresa, así como en sobrestimar los beneficios operativos en esta rama y en las de televisores, semiconductores y ordenadores portátiles.
La empresa nipona anunció el mes pasado una revisión a la baja de su beneficio operativo entre los ejercicios 2009 y 2013 de más de 50.000 millones de yenes (371 millones de euros/403 millones de dólares) debido a las irregularidades detectadas en la contabilidad sobre proyectos de infraestructuras.