El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha pedido este miércoles el 'no' en el referéndum que se celebrará el próximo domingo, pero ha recalcado que esta opción no implica la salida de Grecia de la eurozona, cuya permanencia su Gobierno no cuestiona, pues sigue dispuesto a negociar con los acreedores.
En un mensaje televisado, poco antes de que empezara el Eurogrupo que ha acabado sin una decisión, Tsipras ha recalcado que Atenas tiene la «firme» intención de llegar a un acuerdo «en términos de sostenibilidad y con perspectiva de futuro» para la economía.
El primer ministro ha recalcado que su Ejecutivo ha respondido con alternativas a las propuestas de los socios desde el anuncio del referéndum, en el que los griegos deben pronunciarse sobre si aceptan o no la propuesta de las instituciones a cambio del desembolso del rescate.
Cuando se cumple el tercer día de corralito, Tsipras ha querido mandar un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos al afirmar que los depósitos están asegurados.
«Soy consciente de las dificultades y haré todo lo posible por que sea temporal», dijo en alusión al corralito, y se ha dirigido en especial a los jubilados para decirles que el Gobierno lucha por ellos.
Un millar de oficinas bancarias han abierto este miércoles para facilitar el cobro de las pensiones, aunque los jubilados solo podían retirar 120 euros de una vez, lo que ha provocado que se creasen largas colas frente a las sucursales antes de su apertura.
Los pensionistas se ven especialmente afectados por las restricciones bancarias porque muchos no tienen tarjeta de crédito y solo disponen de una cartilla para retirar dinero.
El jefe del Gobierno heleno había añadido que si en el Eurogrupo que se celebraba poco después había un «resultado positivo», el Gobierno respondería «inmediatamente».
Sin embargo, los ministros de Finanzas de la eurozona tras una videoconferencia de apenas cuarenta y cinco minutos, decidieron esperar al resultado del referéndum para continuar negociando con Atenas.
La reunión tenía como objetivo abordar la última propuesta enviada por el Gobierno griego a los jefes de las tres instituciones (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional).
El plan iba acompañado de una carta firmada por Tsipras en la que el primer ministro asegura que Grecia «está preparada para aceptar el acuerdo» con una serie de modificaciones, que básicamente se limitan a cambiar los tiempos de aplicación de las reformas que pedían los acreedores.
En esta tercera jornada de corralito, el hecho de que la retirada de dinero esté limitada a los 60 euros diarios ha creado inconvenientes para algunos griegos que en estas fechas, a inicios de mes, deben pagar el alquiler o las facturas, y muchos optan por hacerlo en efectivo.
Sin embargo, para otros no es un gran obstáculo, porque durante meses han sufrido los retrasos en el pago de sus salarios, de modo que sienten que ya han pasado antes por una situación similar, ajena a las restricciones bancarias.
La primera encuesta sobre el referéndum realizada por el instituto demoscópico Prorata para el diario Efymerida ton Syntaktón revela que el corralito tiene un impacto directo sobre la intención de voto y ha reducido sensiblemente el porcentaje a favor de los que apoyan la recomendación del Gobierno de apoyar el 'no'.
Mientras el 46 % de griegos es partidario de rechazar el acuerdo propuesto por los acreedores, el 30 % lo apoya y marcará la casilla del 'sí'.
Para facilitar que la gente se desplace hasta sus pueblos y pueda votar, la compañía de ferrocarriles ha anunciado descuentos en los billetes comprados a partir de este miércoles y hasta el lunes por la noche.
La celebración de la consulta ha sido puesta en duda por la presentación de un recurso de anticonstitucionalidad presentado por dos ciudadanos griegos con el argumento principal de que el Gobierno ha planteado una consulta sobre temas que afectan a asuntos fiscales, lo que en principio no permite la Constitución.
El Tribunal Supremo Administrativo se pronunciará este viernes si acepta o no este recurso.