Las fuerzas de Kiev y las milicias separatistas prorrusas realizaron este sábado el primer intercambio de prisioneros desde la firma de los acuerdos de Minsk el pasado 12 de febrero.
Los separatistas, que en un principio anunciaron que se habían canjeado 35 militares ucranianos por 37 rebeldes junto a la localidad de Zhelobok, en la rebelde región oriental de Lugansk, informaron poco después que el intercambio abarcaba a 139 soldados por 52 rebeldes.
El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, confirmó que los 139 militares ya habían sido liberados.
«139 de nuestros soldados ya están en libertad», escribió Poroshenko en su cuenta de Twitter.
Algunos de los soldados liberados están heridos, según medios locales.
Una semana después de la entrada en vigor del alto el fuego, Kiev y los separatistas volvieron a acusarse hoy de violar este punto de los acuerdos de Minsk, básico para la implementación del resto de la hoja de ruta para la paz en el este de Ucrania.
«En las últimas 24 horas (entre las 06.00 hora local de ayer y las 06.00 hora local de hoy), las milicias han disparado contra las posiciones de las fuerzas ucranianas prácticamente a lo largo de todo el frente», denunció en rueda de prensa el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Andréi Lisenko.
El jefe de la policía regional de Donetsk, Viacheslav Abroskin, leal a las autoridades ucranianas, informó de la muerte de tres civiles por el impacto de un obús en una cafetería de la localidad de Avdéyevka, próxima a la ciudad de Donetsk.
La información, sin embargo, no ha sido confirmada por ninguna otra fuente.
En general, el frente en el este de Ucrania se ha estabilizado tras la rendición de las tropas ucranianas en la estratégica localidad de Debáltsevo, donde los combates se prolongaron durante varias semanas, incluso después de la entrada en vigor del alto el fuego.
Yuri Biriukov, asesor del presidente Poroshenko, anunció hoy que en la retirada de Debáltsevo murieron 20 soldados ucranianos y que otros 81 siguen desaparecidos.
El portavoz de la misión especial de la OSCE para Ucrania, el canadiense Michael Bociurkiw, informó de que los observadores internacionales pudieron al fin acceder hoy a la ciudad, en manos de los separatistas, después de que las milicias garantizaran su seguridad.
El Ministerio de Defensa ucraniano cifró ayer en casi 3.000 hombres el número de bajas mortales entre los rebeldes en los combates por Debáltsevo desde comienzos del año.