Decenas de personas murieron o resultaron heridas en un ataque terrorista en la prefectura de Kashgar, en la región de Xinjiang, informó este martes la agencia oficial Xinhua, en un nuevo episodio de violencia en el conflictivo noroeste chino.
El ataque, del que no se había informado hasta hoy, comenzó el lunes en las inmediaciones de la comisaría de policía y otros edificios gubernamentales en la localidad de Elixku, donde un grupo armado con cuchillos llevó a cabo una serie de ataques.
Luego, algunos de los atacantes se dirigieron a la vecina localidad de Huangdi, donde apuñalaron a civiles y destruyeron una treintena de vehículos, «matando a docenas de uigures y chinos han», según la policía local.
Efectivos de seguridad lograron abatir a miembros de este grupo, que también se contaban por decenas, y causaron la muerte de buena parte de ellos, según la agencia Xinhua.
Cientos de personas han muerto en ataques que Pekín atribuye a terroristas y en enfrentamientos entre las autoridades y grupos separatistas que actúan en Xinjiang, región habitada por minorías étnicas de religión musulmana como los uigures.
China culpa a grupos asociados al yihadismo y que buscan la creación de un Turkestán Oriental independiente en Xinjiang de estos episodios de violencia, entre ellos el que el pasado 22 de mayo causó 39 muertos y más de 90 heridos en un ataque con coches bomba en un mercado de Urumqi, la capital regional.
El ataque coincide con la fiesta del fin del Ramadán, una celebración teñida este año de polémica en China después de que se conociera que el régimen comunista prohibió a algunos habitantes de Xinjiang (principalmente funcionarios gubernamentales y niños) que cumplieran el preceptivo ayuno.