Las milicias prorrusas dejaron esta madrugada las últimas ciudades en el área de Slaviansk, rendida este sábado, y trasladaron todas sus fuerzas al área de Donetsk, capital de la región homónima con un millón de habitantes, donde quieren dar batalla a las fuerzas ucranianas.
El jefe de las milicias de Slaviansk, Ígor Strelkov, reconoció en una entrevista a medios rusos que la defensa de las ciudades en el entorno de Slaviansk «no tiene sentido (...) porque acabaría en otro cerco» como ya sucedió con la que fue hasta ayer un símbolo de la sublevación prorrusa contra Kiev.
El repliegue de los separatistas hacia la capital de la región fue confirmado por el jefe del Servicio de Seguridad de Ucrania, Valentín Naliváichenko, que acusó a los insurgentes de querer «provocar el caos en los lugares de gran población (...) con el fin de destruir el Estado, sembrar el pánico y debilitar a Ucrania».