El Ministerio de Sanidad de Ucrania ha cifrado en 75 personas el número oficial de fallecidos durante los disturbios registrados en los últimos dos días. Los partidos de la oposición por su parte sitúan en más de un centenar el número de fallecidos tan sólo en la sangrienta jornada de ayer, la más sangrienta desde que estalló la revuelta.
Al menos 363 personas han sido hospitalizadas, según las autoridades sanitarias del país. Entre los fallecidos figuran 13 policías, según el Ministerio del Interior, que también denunció la toma como rehenes por los manifestantes de 67 de sus efectivos.
El Ministerio de Defensa ha recordado que los soldados pueden usar sus armas para defender su vida y las instalaciones militares. La fallida tregua negociada entre el presidente de Ucrania, Víktor Yanukóvich, y los líderes de las tres formaciones de la oposición, apunta a que los políticos han perdido el control de la situación.
El terror
Los francotiradores han sembrado el terror en las calles del centro de Kiev, donde los disparos se han sumado al ruido de palos, barras metálicas y cócteles molotov en los enfrentamientos. Los francotiradores, la mayoría policías, disparan sin avisar a la multitud. Algunos agentes fueron tomados rehenes por los manifestantes y otros tuvieron que ser rescatados por sus compañeros de brutales palizas que les propinaron en el suelo los radicales más exaltados.
Los tres ministros de Exteriores de la UE desplazados a Kiev para mediar entre el gobierno ucraniano y la oposición alargarán hasta hoy su estancia para tratar de obtener avances en la negociación de una salida política a la crisis.