El presidente de la República Italiana, Giorgio Napolitano, ha aceptado la dimisión del primer ministro, Enrico Letta, y de su Ejecutivo y ha comenzado las consultas con los partidos políticos para «lograr una solución eficaz de la crisis».
Asimismo, ha descartado que se celebre en el Parlamento una votación sobre la pérdida de confianza que ha llevado a Letta a presentar su dimisión y ha defendido que los parlamentarios podrán pronunciarse sobre lo ocurrido cuando den su respaldo al futuro Ejecutivo.
Según el comunicado del Quirinale, Letta ha presentado la «dimisión irrevocable del Ejecutivo que presidía» y que es el resultado de la decisión de ayer de la dirección del Partido Democrático, «con el expreso consentimiento de los presidentes de los respectivos grupos parlamentarios».
Napolitano se refiere con ello a la decisión del Partido Democrático, al que pertenece Letta, de defender la creación de un nuevo gobierno, al frente del cual desea que esté su secretario general, Matteo Renzi.
Otro gabinete
Durante el encuentro celebrado en la Presidencia, que se ha prolongado durante alrededor de 45 minutos, Letta ha trasladado a Napolitano que dado que el «principal miembro de la mayoría de gobierno» ya no le respalda considera que «en este momento una votación parlamentaria» no le permitiría retirar su renuncia.
Según el comunicado, el 'premier' también habría dejado claro que tampoco estaba dispuesto a encabezar un gabinete respaldado por una coalición diversa ya que su propio partido le había abandonado.
Así las cosas, «el presidente de la República no puede sino tomar nota de la posición expresada por el presidente del Consejo» de Ministros y considera que «el Parlamento podrá expresarse sobre el origen y las motivaciones de la crisis cuando sea llamado a dar la confianza al nuevo Gobierno», rechazando así una votación que han pedido algunos partidos como el Movimiento 5 Estrellas (M5S) de Beppe Grillo.