La muerte del ex primer ministro israelí Ariel Sharón fue recibida con tristeza en Israel, donde le consideran un héroe nacional, con respeto en las cancillerías occidentales y con rencor por los palestinos, que lo acusan de «atrocidades» contra su pueblo.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dejando de lado su antigua rivalidad política con el difunto, declaró que la «memoria de Ariel Sharón está grabada en el corazón del pueblo de Israel».
«Ariel Sharón tuvo un papel central en la lucha por la seguridad del Estado de Israel a lo largo de toda su historia, era ante todo un bravo luchador y un gran militar», afirmó Netanyahu.
El presidente israelí, Shimón Peres, quien después de años de rivalidad con Sharón le apoyó y acompañó en la creación del partido Kadima en 2005, lo describió como «un soldado valiente y político atrevido que no conoció el miedo».
El presidente de EEUU, Barack Obama, declaró que Sharón «dedicó su vida al Estado de Israel», mientras que el secretario de Estado, John Kerry, subrayó que «lo arriesgó todo» por la paz.
«Mientras Israel dice adiós al ex primer ministro Sharon, nos unimos al pueblo israelí rindiendo homenaje a su compromiso con su país», indicó Obama, quien reafirmó el «inquebrantable compromiso» de EEUU «con la seguridad de Israel».
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, lamentó la muerte de Sharón, al que definió como «un héroe para su pueblo», e instó a Israel a aplicar su legado de pragmatismo en las actuales negociaciones de paz con los palestinos.
«A lo largo de una vida dedicada al Estado de Israel, Ariel Sharón fue un héroe para su pueblo, primero como soldado y después como estadista», indicó en un comunicado el portavoz de Ban, Martin Nesirky.
Añadió que el difunto «será recordado por su valentía política y su determinación de seguir adelante con la histórica y dolorosa decisión de retirar a colonos y soldados israelíes de la franja de Gaza. Su sucesor enfrenta el difícil reto de llevar a cabo las aspiraciones de paz entre los pueblos israelí y palestino».
En nombre de la UE, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, subrayó que Sharón «jugó un papel clave en la historia reciente de Israel», mientras el jefe de la Eurocámara, Martin Schulz, destacó su figura como «un general, luchador y líder que, no sin controversia, dejó su marca en todo Oriente Medio».
La canciller alemana, Angela Merkel, calificó a Sharón como «un patriota» que tomó la «valiente decisión» de evacuar las colonias judías de la franja de Gaza, mientras el primer ministro británico, David Cameron, dijo que «Israel ha perdido a «una de las figuras más destacadas de su historia» que al frente del Gobierno tomó «decisiones valientes y controvertidas en búsqueda de la paz».
El rey Juan Carlos I de España envió un mensaje de condolencia al presidente de Israel con su pesar por la muerte de Ariel Sharon, y también el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, trasladó sus condolencias «a todo el pueblo israelí».
Desde Moscú, el presidente ruso, Vladímir Putin, recordó a Sharón como un gran estadista y militar, del que destacó su gran autoridad en la escena internacional, elogió su labor en la defensa de los intereses de su país y puso énfasis en el gran respeto que sentían los israelíes por él.
En contrapartida, los dirigentes palestinos, tanto del movimiento nacionalista Al Fatah como del islamista Hamás, recordaron las «atrocidades» del ex primer ministro israelí.
«Sharón, como cualquier otro líder israelí que cometió atrocidades contra el pueblo palestino, no deja ninguna simpatía o compasión en el corazón de los palestinos», dijo a Efe Mahmud Labadi, jefe del Comité de Relaciones Exteriores y con los países Arabes del movimiento gobernante Al Fatah.
Labadi dijo que «los palestinos no podemos recordar ni un sólo momento bueno que Sharón nos haya dado», aunque reconoció: «Estamos tristes por que el conflicto no se haya resuelto durante su período como primer ministro».
El ex jefe de los servicios secretos palestinos, Yibril Rayub, lamentó que «Sharón no llegara al tribunal penal internacional por sus crímenes», e incluso lo acusó del «asesinato en 2004 de Yaser Arafat», a pesar de que se trata de una acusación nunca probada por vía judicial.
Por su parte, el movimiento islamista Hamás, que gobierna en la franja de Gaza, calificó al ex primer ministro israelí de «criminal» y «responsable de desgracias» del pueblo palestino.
«Sharón era un criminal y era uno de aquellos que causaron desgracias al pueblo palestino», manifestó el portavoz de Hamás en la franja, Salah al-Bardawil, quien añadió: «Rezamos a Alá para que Sharón y todos los dirigentes sionistas que cometieron masacres contra nuestro pueblo se vayan al infierno».
Según Al-Bardawil, «cuando el pueblo palestino recuerda a Sharón, sólo recuerda dolor, sangre, tortura, desplazamientos y crímenes. Él es un gran criminal y nunca sentiremos pena por su muerte», apostilló.
El anuncio de la muerte de Sharón fue recibido con disparos al aire y bailes en la calle por los refugiados palestinos del campamento de Ain el Helu, en el sur del Líbano, quienes recordaron al político y militar difunto como «el carnicero de Beirut».
Munir Makdah, responsable militar de Al Fatah, dijo a Efe por teléfono que «la alegría reina en todas partes» de Ain el Helu, ubicado en las afueras de la ciudad de Sidón, y ese estallido de júbilo se repitió en otros campamentos de refugiados en el Líbano.
Makdah afirmó que Sharón fue «el símbolo del terrorismo, las matanzas y los crímenes contra los pueblos árabes, en especial contra los palestinos», mientras Zuheil Natur, el responsable del Frente Democrático para la Liberación de Palestina, agregó que «Sharón representa el terrorismo y la ocupación de las tierras de los palestinos».