La oposición chilena obtuvo la mayoría en las dos cámaras del Congreso en las elecciones parlamentarias del domingo, pero no la ventaja necesaria para impulsar las reformas del programa de Michelle Bachelet, favorita para ganar en la segunda vuelta de las presidenciales.
La Nueva Mayoría, el bloque de centroizquierda que lidera Bachelet, consiguió en la Cámara de Diputados 68 de los 120 escaños que se renovaban, diez más de los que tiene actualmente.
La Alianza por Chile, la coalición oficialista formada por Renovación Nacional (RN) y la Unión Demócrata Independiente (UDI), bajo de los 55 diputados que tiene ahora a 48 para la próxima legislatura.
Todos los partidos de la Nueva Mayoría aumentaron sus diputados, excepto el Partido por la Democracia (PPD), que bajó de 18 a 15.
El revés en el Parlamento no deja de ser un palo en el camino triunfante de Bachelet hacia la presidencia de Chile. Bachelet, con un 46,69 % de los votos, y la representante de la derecha oficialista Evelyn Matthei, con un 25,01 %, dirimirán el máximo cargo del país en una segunda vuelta electoral el próximo 15 de diciembre.
Abstención
Más de la mitad de los 13.573.134 chilenos que figuran en el padrón electoral prefirieron quedarse el domingo en casa y no acudieron a las urnas, en las primeras elecciones presidenciales y parlamentarias con inscripción automática y voto voluntario.
Contabilizado el 98,66 % de las mesas receptoras de sufragios, según los datos del Servicio Electoral (Servel), el total de votos emitidos alcanzaba sólo a 6.599.973, equivalentes a un 48,8 % del padrón.
El presidente Sebastián Piñera lamentó la baja participación y consideró, en un discurso desde el palacio de La Moneda, que «sin duda, mientras mayor es la participación, más fuerte y más legitima es nuestra democracia».
«Yo espero que el 15 de diciembre próximo podamos lograr una mucho mayor participación de compatriotas», remarcó el mandatario conservador, quien entregará el cargo a su sucesora el próximo 11 de marzo.