Un cráneo de 1,8 millones de años descubierto en Georgia en 2005 sugiere que los primeros homínidos que poblaron el planeta pudieron pertenecer no a diferentes especies, sino a una sola, según una investigación que publica la revista Science.
Un grupo de científicos ha estado analizando ese cráneo desde hace ocho años y han hecho un descubrimiento que, según ellos, puede reescribir la historia evolutiva de los humanos.
El llamado «cráneo 5» es «el más completo» de un Homo antiguo que se ha encontrado en el mundo, según el principal autor del estudio, David Lordkipanidze, investigador del Museo Nacional de Georgia en Tbilisi.
«No estamos en contra de la idea de que podría haber habido más de una especie en algún momento hace unos 2 millones de años», sostuvo Christoph Zollikofer, del Instituto y Museo de Antropología de Suiza y quien ayudó a analizar el cráneo.
Una sola especie
«Pero simplemente decimos (que) no tenemos suficiente evidencia fósil», apuntó. El estudio del «cráneo 5» y de restos de otros cuatro homínidos hallados en la misma zona en Dmanisi (Georgia) ha hecho pensar a estos investigadores que fósiles reconocidos como provenientes de distintas especies como el Homo habilis y el Homo erectus podrían ser realmente variaciones de una misma especie.
Los primeros homínidos lucen diferentes unos de otros, al igual que los humanos, y las divergencias entre los fósiles hallados pueden haber llevado «a engaño» a los científicos hasta hacerles pensar que pertenecen a diferentes especies, de acuerdo con estos investigadores.
«La caja craneana y la cara del 'cráneo 5' encontrados como fósiles separados en diferentes lugares de África podrían haber sido atribuidas a diferentes especies», dijo Zollikofer. Esto se debe a que el «cráneo 5» reúne algunas de las características clave, como la pequeña caja craneana y la cara grande, que no se había observado juntas en un fósil de 'Homo' temprano hasta ahora. Los homínidos de Dmanisi «son tan similares» a los africanos que «podemos asumir que ambos representan a la misma especie», argumentó Zollikofer.