Los republicanos de la Cámara baja de EEUU no han logrado por ahora ponerse de acuerdo sobre un plan propio para reabrir la Administración y evitar la suspensión de pagos mañana, pero se comprometieron a seguir trabajando para alcanzar hoy una solución.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, dijo a los periodistas tras una larga reunión con miembros de su grupo parlamentario que no habían llegado aún a un acuerdo para impulsar un plan cuyos detalles trascendieron poco antes y que de inmediato fue rechazado por la Casa Blanca.
«No hemos tomado ninguna decisión sobre qué haremos exactamente», afirmó Boehner, que se comprometió no obstante a «trabajar» con los representantes de ambos partidos políticos, el republicano y el demócrata, para «intentar encontrar una forma de avanzar hoy».
Votos insuficientes
Según fuentes del partido citadas por la cadena CNN, Boehner no ha logrado reunir los votos suficientes para votar el plan, como tenía previsto. No obstante, aún es posible que los líderes republicanos recaben en las próximas horas los apoyos necesarios para garantizar el respaldo y poder votar la propuesta.
«Estamos tratando de encontrar una salida que sea bipartidista y que permita seguir proporcionando justicia a los estadounidenses bajo (la reforma sanitaria) ‘Obamacare», declaró Boehner, al admitir que hay «muchas opiniones» dentro de su partido.
El líder republicano se comprometió a hacer lo posible para eliminar el riesgo de que EEUU entre en suspensión de pagos a partir de este jueves, cuando está previsto que se alcance el techo de endeudamiento -actualmente en 16,7 billones de dólares- y el Tesoro se quede sin fondos para pagar la deuda.
«Siempre he dejado claro que la idea de (permitir) la suspensión de pagos es la equivocada y no deberíamos acercarnos en absoluto a ello», afirmó.
El plan que debatieron ayer los republicanos autorizaría la financiación temporal del Gobierno hasta el 15 de enero y elevaría el techo de la deuda federal hasta el 7 de febrero, a cambio de concesiones relacionadas con la reforma sanitaria, incluido el retraso de uno de sus impuestos durante dos años.
El presidente de EEUU, Barack Obama, intentó llevar un mensaje de tranquilidad en los esfuerzos de última hora. En una entrevista con la cadena de televisión de Nueva York WABC, Obama sostuvo que la evolución hacia un acuerdo bipartidista en el Senado lo lleva a creer que se ha progresado.