El presidente ruso, Vladímir Putin, afirmó que Moscú no descarta aceptar una acción militar contra el régimen del presidente sirio Bachar al Asad si se demuestra que empleó armas químicas contra la población, en una entrevista difundida hoy por el Kremlin.
«No lo descarto», dijo Putin en una entrevista conjunta con el canal 1 de la televisión rusa y una agencia estadounidense de noticias al responder a la pregunta de si Rusia aceptaría una operación contra el régimen de Al Asad si se demuestra que ha empleado armas químicas.
Acto seguido, el jefe del Kremlin recalcó que sólo el Consejo de Seguridad de la ONU puede autorizar el uso de la fuerza militar contra un país soberano, ya que todas las otras vías son «inadmisibles y sólo pueden calificarse de agresión».
«Si tenemos datos objetivos, exactos, acerca de quiénes cometieron eso crímenes, entonces habrá una reacción. Decirlo ahora, de antemano, sería incorrecto, así no se actúa en política», dijo el presidente ruso, en repuesta a la pregunta de si Moscú seguiría suministrando armamento al régimen sirio.
Agregó que, en cualquier caso, Rusia ocupará una postura de principios, que «consiste en que el uso de armas de aniquilación masiva es un crimen».
«Pero surgen otras preguntas. Si se demuestra que la guerrilla usó armas químicas, ¿qué hará EEUU con los guerrilleros? ¿Qué harán con los guerrilleros sus patrocinadores? ¿Dejarán de suministrarles armas? ¿Lanzarán operaciones militares contra ellos?», inquirió Putin.
El presidente ruso dijo que no hay datos exactos de lo que ocurrió en Siria y que Moscú parte de la base de que «si alguien tiene antecedentes de que se emplearon armas químicas y que fueron usadas por las tropas regulares debe presentar las pruebas en el Consejo de Seguridad de la ONU».
«Y éstas (las pruebas) deber ser convincentes. No deben basarse en rumores o informaciones obtenidas por servicios secretos de escuchas de conversaciones», subrayó.
Putin agregó que incluso en EEUU hay expertos que consideran que las pruebas presentadas por el Gobierno estadounidense no son sólidas y que no descartan la posibilidad de que el supuesto ataque químico del 21 de agosto en la afueras de Damasco haya sido una provocación de la oposición siria.