El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi, sobre el que pesa desde el pasado jueves una sentencia de cuatro años de cárcel por un delito de fraude fiscal, aseguró ayer que «es inocente» y que «no se rinde».
«Si un domingo, 4 de agosto, con 40 grados a la sombra y el asfalto que quema y tras horas de viaje, una marea de gente ha venido para demostrarme su afecto, yo me siento en el deber mantener mi compromiso y seguir adelante con aún más entusiasmo y pasión», afirmó el exmandatario.
Berlusconi se dirigió así a los centenares de personas que asistieron a la manifestación organizada por los miembros de su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL), ante su residencia de Roma, para expresarle su solidaridad tras la condena dictada por el Tribunal Supremo y que puso fin a un proceso de siete años por el llamado 'caso Mediaset'.
Apoyo al Gobierno
Berlusconi también reiteró el apoyo de su partido al Gobierno de coalición que preside Enrico Letta y del que forman parte miembros del PDL, asegurando que el Ejecutivo debe seguir adelante y aprobar las medidas económicas propuestas.
En un momento en el que la estabilidad y la continuidad del Ejecutivo ha sido puesto en duda, el ex primer ministro reivindicó el «sentido de la responsabilidad» de su formación.
«El interés de Italia está por encima de todo», afirmó Berlusconi, quien, visiblemente emocionado, aseguró que ha pasado «jornadas de angustia» y los días «más dolorosos» de su vida.
«He repasado lo que he hecho como hijo, como padre, como empresario, como ciudadano y servidor del Estado. Cuando leo lo que se escribe de mí en los periódicos, me veo como en un espejo con mi imagen deformada. Una imagen que no es Silvio Berlusconi», aseveró, entre los aplausos de sus seguidores.
Berlusconi arremetió de nuevo contra la magistratura y acusó a los jueces de estar politizados y de actuar en favor de los intereses de la izquierda.