Decenas de miles de personas se congregaron ayer en la plaza de Rabea el Adauiya, feudo islamista en el este de El Cairo, para rechazar el golpe militar y pedir la restitución del depuesto presidente Mohamed Mursi.
Los manifestantes desafiaron al sofocante calor y llenaron la plaza con pancartas en varios idiomas en las que podían leerse consignas contra el golpe de Estado del pasado 3 de julio perpetrado por el Ejército.
«Queremos la vuelta al poder de Mursi sin condiciones ni compromisos, de modo que pueda ejercer la autoridad y los poderes plenos como presidente», aseguró el clérigo islamista Safwat Higazi, sobre quien pesa una orden de arresto de la Fiscalía por supuestamente haber incitado a la violencia.
«Todas esas acusaciones son falsas y carecen de pruebas», sostuvo Higazi, quien reconoció haberse refugiado entre la multitud de Rabea al Adauiya después de que las autoridades -según dijo- hubiesen cercado su casa y sus oficinas.
Hermanos Musulmanes
Los Hermanos Musulmanes se han negado a reconocer a las nuevas autoridades tras el golpe militar, aunque están abiertos a la negociación si Mursi es restituido como mandatario.
Así lo indicó Higazi al mostrarse de acuerdo en reformar algunos artículos de la Constitución, actualmente suspendida, y crear un comité de reconciliación nacional y un gobierno en el que el primer ministro sea designado por Mursi y el resto del gabinete esté representado por todas las fuerzas políticas.
«Las elecciones anticipadas presidenciales se pueden celebrar si el presidente vuelve y quiere anticiparlas o convocar un referéndum para que el pueblo decida sobre ellas», apuntó el miembro de los Hermanos, que también habló de la posibilidad de que se elija un Parlamento que luego retire el poder a Mursi si lo desea.
Los manifestantes escucharon ayer los discursos de los dirigentes islamistas sobre el escenario principal frente a la mezquita y defendieron que su protesta se alargue hasta ver cumplidas sus demandas. «No nos quedaremos tranquilos hasta llevar a hombros a Mursi al palacio presidencial», sostuvo una mujer identificada como Nagla.