El expresidente sudafricano Nelson Mandela, hospitalizado desde el pasado día 8 por la recaída de una infección pulmonar, se encuentra en estado «crítico», informó este domingo la Presidencia de Sudáfrica.
«El estado del expresidente Nelson Mandela, que todavía está en un hospital en Pretoria, ha pasado a ser crítico», afirmó el portavoz de la Presidencia, Mac Maharaj, en un comunicado.
Maharaj precisó de que el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, quien visitó hoy a Mandela en el hospital de Pretoria en el que está ingresado, fue informado por los médicos del declive de la salud del exmandatario a lo largo del último día.
Según el portavoz presidencial, el equipo médico que atiende a Mandela, de 94 años, comunicó a Zuma que «el estado del expresidente se había vuelto crítico en las últimas 24 horas».
«Los médicos están haciendo todo lo posible para mejorar su estado y se aseguran de que Madiba (nombre del clan de Mandela en el idioma xhosa y como se le conoce cariñosamente en Sudáfrica) está bien cuidado y se encuentra cómodo», dijo Zuma, a través del comunicado presidencial.
«(Mandela) Está en buenas manos», apuntó el jefe de Estado sudafricano.
Asimismo, Zuma pidió a los sudafricanos que tuvieran a Madiba y al equipo médico que le está tratando en sus plegarias.
Esta semana, Ndaba Mandela, nieto del héroe sudafricano, afirmó que su abuelo podría ser dado de alta «pronto», mientras que Zenani Mandela, hija del icono global, indicó que su padre se recuperaba «muy bien».
Nelson Mandela pasó 27 años en las cárceles del «apartheid» por su lucha contra el régimen racista impuesto por la minoría blanca hasta 1994, y en ellas contrajo la infección pulmonar, cuyas recurrencias padece ahora.
Desde el pasado mes de diciembre, Madiba ha sido hospitalizado en cuatro ocasiones.
El también premio nobel de la Paz de 1993 fue elegido, un año después, como primer presidente negro de Sudáfrica en las primeras elecciones en las que todos los sudafricanos pudieron votar sin distinción de raza.
Su lucha y su apuesta por la reconciliación nacional y una transición pacífica, logradas tras cuatro décadas de dominio racista blanco, le valieron a Madiba el reconocimiento y la admiración del mundo.