El exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi dijo ayer que los jueces quieren «eliminarle», que se siente perseguido por la Justicia y que sobre él existe un «prejuicio político, una envidia que desemboca en odio» hacia él y las clases sociales que representa.
Berlusconi hizo estas afirmaciones en un mitin de su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL) en la ciudad de Brescia (norte de Italia), en el que arremetió contra la Justicia, tres días después de que el Tribunal de Apelación de Milán le confirmara la condena a cuatro años de cárcel por un delito de fraude fiscal en la compraventa de derechos de películas en el llamado ‘caso Mediaset'.
Antes de que comenzara el mitin se registraron momentos de tensión, cuando militantes del Movimiento 5 Estrellas, de Beppe Grillo, y de movimientos sociales increparon a los del PDL, a la vez que gritaban «a la cárcel, a la cárcel, ladrones, ladrones».
El mitin se desarrolló en medio de una fuerte presencia policial para tener separados a los diferentes grupos que confluyeron en la plaza del Duomo (catedral) y calles adyacentes.
Durante la intervención de Berlusconi e incluso después de su marcha, los seguidores del movimiento de Grillo y los movimientos sociales no cesaron de pitar a Il Cavaliere, en un ambiente de fuerte tensión.
«A pesar del asedio y la violencia de la última semana contra mí, aquí sigo. Si alguno pensaba desalentarme, asustarme o menospreciarme, se ha equivocado y mucho. No me conocen. Mi determinación es resistir, junto a vosotros, el pueblo que ama la libertad y quiere permanecer libre», afirmó Berlusconi.
El exprimer ministro aseguró que la magistratura quiere «eliminarle», palabras que siguen a las que el jueves pronunció en un canal de televisión de su grupo Mediaset, Tgcom24, donde acusó a los jueces de querer dejarle «políticamente muerto».
Al mitin asistió el actual vicepresidente del Gobierno y secretario del PDL, Angelino Alfano, lo que levantó una fuerte polémica entre la clase política.