La Fiscalía de París ha abierto este viernes una investigación sobre el supuesto apoyo financiero brindado por el entonces líder de Libia, Muamar Gadafi, a la campaña electoral del expresidente francés Nicolas Sarkozy en 2007, según han informado fuentes judiciales al diario galo 'Le Figaro'.
Concretamente, se ha abierto una investigación judicial contra un tal «X» (así mencionado por el diario) por los cargos de corrupción activa y pasiva, tráfico de influencias, falsedad documental y uso de documentos falsos, abuso de bienes sociales, blanqueo de dinero y complicidad y ocultación de los delitos.
La investigación ha sido abierta a partir de las declaraciones hechas el pasado 19 de diciembre por el empresario franco-libanés Ziad Takieddine, quien aseguró ante el juez Renaud Van Ruymbeke que disponía de las pruebas sobre la financiación libia de la campaña electoral de Sarkozy en 2007 y que el monto de las ayudas superaba los 50 millones de euros, gran parte de los cuales habrían sido donados entre diciembre de 2006 y enero de 2007.
La entrega de estas cantidades, según este intermediario, se habría llevado a cabo en el curso de varios encuentros entre el entonces secretario particular de Gadafi, Béchir Saleh, y Claude Guéant, quien desempeñaba el cargo de director de gabinete del entonces ministro del Interior, el propio Nicolas Sarkozy. El propio Ziad Takieddine ha sido investigado por otro asunto relacionado con la venta de armas a Pakistán en los años noventa.
Sarkozy, quien se reunió con Gadafi en París en 2007, siempre ha negado estas acusaciones y ha recordado que fue él precisamente quien más defendió la intervención militar de la OTAN en 2011 para derrocar al régimen de Trípoli.
La financiación de la campaña electoral de 2007 --que aupó al poder a Sarkozy-- también ha sido objeto de una investigación en el caso abierto sobre las relaciones entre su partido, la Unión por un Movimiento Popular (UMP), y la mujer más rica de Francia, Liliane Bettencourt, heredera de la empresa de productos cosméticos L'Oreal.