El consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) mantuvo hoy los tipos de interés en la zona del euro en el mínimo del 0,75 %.
La institución europea informó en Fráncfort de que también dejó inalterada la facilidad marginal de crédito, por la que presta dinero a los bancos durante un día, en el 1,5 %, y la facilidad de depósito, por la que remunera el dinero, en el 0 %.
Los expertos descartaban cambios en el precio del dinero ya que han disminuido los temores por el resultado electoral en Italia, que podría impedir la aplicación de las políticas de ahorro y las reformas estructurales en ese país.
Además, «el euro se ha debilitado de nuevo, lo que reduce la presión para bajar los tipos de interés», dijo la asesora económica senior de Ernst & Young para la zona del euro Marie Diron.
La moneda única se cambia hoy alrededor de los 1,30 dólares pero llegó a los 1,37 dólares a comienzos de febrero.
El presidente del BCE, Mario Draghi, intervino verbalmente en la rueda de prensa tras la reunión de febrero y frenó la fuerte apreciación del euro.
El Banco de Inglaterra también mantuvo los tipos de interés en el 0,5 % así como la dotación de su programa de estímulo económico.
El BCE publicará sus nuevas proyecciones de crecimiento e inflación, que tendrán en cuenta el efecto de la apreciación del euro.
Los analistas prevén que el BCE revisará a la baja un poco sus previsiones de crecimiento y de inflación al considerar el efecto de la subida del euro.
«No esperamos revisiones significativas a las perspectivas de crecimiento, que son similares a las nuestras (una pequeña contracción este año seguida de una tenue recuperación en 2014)», según Ernst & Young.
El BCE afronta este año una situación similar a 2012 porque las condiciones de financiación difieren extremadamente dentro de la zona del euro, lo que dificulta la aplicación de una política monetaria única.
«El BCE podría aplica varias medidas en caso de que las condiciones de financiación muy restrictivas en los países periféricos lleven a una recesión más prolongada de lo previsto», añadió Diron.
El BCE podría ampliar los activos que acepta como garantía en las operaciones de refinanciación para ayudar a los bancos a reestructurar sus balances.