El fiscal federal de Nueva York, Eric Schneiderman, envió esta semana citaciones a las tres grandes agencias de calificación, Standard & Poor's, Moody's y Fitch, para investigar su actuación durante los años previos al estallido de la crisis en Estados Unidos.
Así lo confirmó ayer una fuente conocedora de las pesquisas, que se producen la misma semana en la que el Departamento de Justicia de EEUU interpuso una demanda civil contra Standard & Poor's por «inflar deliberadamente calificaciones de crédito» en lo que tildó como un «fraude» que causó unos 5.000 millones de dólares (unos 3.800 millones de euros) en pérdidas.
La Fiscalía federal del estado de Nueva York busca con su investigación examinar las notas que otorgaron las tres grandes calificadoras a nivel mundial a los productos financieros respaldados por hipotecas antes del estallido de la burbuja inmobiliaria, según la fuente.
Acuerdos
Schneiderman quiere esclarecer si esas calificadoras violaron el acuerdo que suscribieron con su predecesor, el actual gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, por el cual se comprometían a acometer reformas a cambio de poner fin a las investigaciones por su conducta antes de la crisis.
Según detalla el diario The Wall Street Journal , ese acuerdo, que expiró en 2011, incluía medidas como elevar su transparencia, cambiar su sistema de comisiones o acceder a una revisión anual sobre su forma de otorgar calificaciones a valores respaldados por hipotecas.
El diario asegura que para que la Fiscalía federal de Nueva York pueda seguir adelante con su investigación tendría que demostrar antes que esas tres firmas violaron los acuerdos adoptados con Cuomo en 2008.
El Departamento de Justicia de EE.UU. reclamará al menos 5.000 millones de dólares (3.800 millones de euros) a S&P a la que acusa de «defraudar» a inversores al presentar como objetivas unas calificaciones «deliberadamente hinchadas» para los bonos hipotecarios conocidos como CDO (obligaciones de deuda secundaria) con el fin de lucrarse.
La calificadora respondió esta semana que las acusaciones «no tienen fundamento» y aseguró que se defenderá «con fuerza» en los tribunales.