Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete han logrado este viernes, tras 25 horas de negociaciones bilaterales y multilaterales, un acuerdo final sobre un presupuesto recortado para 2014-2020, que por primera vez en la historia tendrá una dotación inferior al actualmente vigente.
«`Conseguido! El Consejo Europeo ha acordado unas perspectivas financieras para el resto de la década. Valía la pena esperar», ha anunciado el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en su cuenta de Twitter.
El acuerdo representa el triunfo de los contribuyentes netos, liderados por Reino Unido y Alemania, que reclamaban más ajustes en línea con la austeridad que Bruselas exige a los Estados miembros.
Y es una derrota para el presidente galo, François Hollande, que defendía un presupuesto ambicioso que favoreciera el crecimiento, y también para el Ejecutivo comunitario, que había propuesto un incremento del 5% respecto al marco financiero vigente.
Finalmente, el techo de gasto para los próximos siete años se sitúa en 960.000 millones de euros, 12.000 millones menos que en la anterior propuesta de Van Rompuy y 34.000 millones menos que en las actuales perspectiva financieras 2007-2013.
Además, el nivel de pagos se reduce hasta 908.000 millones de euros para contentar las reivindicaciones del primer ministro británico, David Cameron, cuya prensa nacional le considera ya el auténtico vencedor de la cumbre.
Cameron ha logrado además conseguir mantener intacto el preciado «cheque británico», que en 2010 ascendió a 4.000 millones de euros. También logran compensaciones financieras otros contribuyentes netos como Dinamarca -que recibe un cheque por primera vez-, Holanda y Suecia.
España se mantendrá como receptora neta de ayudas
España sale satisfecha de las negociaciones porque considera que se mantendrá como receptora neto de ayudas europeas durante los próximos siete años. Ello mejora incluso las expectativas del Gobierno de Mariano Rajoy, que esperaba convertirse en contribuyente neto durante el periodo 2014-2020.
El compromiso final aumenta las ayudas para España en un total de 1.500 millones de euros respecto a la anterior propuesta, según han explicado fuentes de Moncloa.
Por un lado, se recorta en 1.000 millones de euros el cheque específico para las regiones, de 2.800 millones a 1.800 millones. Pero este descenso se compensa, en primer lugar, con el nuevo fondo de 3.000 millones para combatir el paro juvenil -del que España espera recibir unos 925 millones de euros- y por otro por el mayor peso del factor desempleo a la hora de repartir el desempleo (otros 900 millones).
Además, España recibirá una asignación extra de 500 millones de euros para desarrollo rural. Precisamente, el Gobierno se había quejado de las ayudas agrícolas adjudicadas hasta ahora por considerarlas insuficientes.
Andalucía, Galicia y Castilla-La Mancha mantendrán como mínimo el 60% de las ayudas que reciben en el actual periodo, mientras que para Ceuta y Melilla hay una asignación de 50 millones y Canarias recibirá subvenciones específicas por su condición de región ultraperiférica.
Aparte del aumento de las ayudas europeas, España se beneficiará también de una disminución total de 3.500 millones de euros en su aportación al presupuesto de la UE. Ello se debe a los recortes aplicados al marco financiero; a que los ajustes afectan sobre todo a las políticas que menos benefician a España, como el I+D; y a que se disminuyen los cheques a los contribuyentes netos, excepto el británico.
El siguiente paso será la negociación con la Eurocámara, que debe ratificar las cuentas. Su presidente, Martin Schulz, ya avisó este jueves de que no aprobaría unas cuentas con tan gran desfase entre compromisos y pagos por considerar que provocaría un fuerte déficit.