Argelia ha dado por terminado el asalto militar para poner fin al secuestro masivo de empleados en una planta gasística cerca de In Amenas, en el sureste del país, según el ministro argelino de Comunicación, Mohamed Said. El último balance, proporcionado por fuentes militares argelinas a Reuters, es de 30 rehenes muertos, de los cuales al menos siete son extranjeros. Las mismas fuentes señalan que hay dos japoneses, dos británicos y un francés entre los secuestrados fallecidos. El ministro Said también ha informado de que por lo menos 11 terroristas, entre los que se encontraba el líder de la célula, Abu al Baraa, han sido abatidos.
La operación militar argelina se prolongó durante todo el día y ha provocado que países implicados, como Reino Unido o Noruega, hayan criticado la falta de información por parte de Argel.
Confusión
El presidente francés, François Hollande, declaró que la crisis se estaba desarrollando en «condiciones terribles, dramáticas», y recalcó que este suceso «justifica más la decisión de ir en ayuda de Mali».
Las informaciones han sido confusas durante toda la jornada. El grupo afín a Al Qaeda ha dicho a media tarde a la agencia mauritana Ani que mantenía a siete occidentales cautivos: tres belgas, dos estadounidenses, un británico y un japonés. Y Reuters, citando una fuente de seguridad argelina, que otros 25 retenidos habían escapado antes del asalto. La agencia oficial argelina APS ha asegurado que al menos cuatro occidentales (dos británicos, un keniano y un francés) habían sido liberados por el Ejército, e incluso que otros 600 empleados de la planta fueron puestos en libertad.
Por la mañana el Ejército argelino bombardeó con helicópteros al menos un vehículo en el que los yihadistas pretendían trasladar a los cautivos a «un lugar más seguro», según han explicado los terroristas a una agencia mauritana.