El Gobierno tunecino subastó ayer los bienes confiscados al expresidente del país Zine el Abidine Ben Alí y a su familia con el fin de recaudar fondos para las maltrechas arcas públicas.
El pasado 3 de diciembre se había anunciado la celebración de una subasta el 14 de diciembre, pero el lunes el ministro de Economía en funciones, Slim Besbes, informó a la comisión de Finanzas, Desarrollo y Planificación de la Asamblea Nacional Constituyente de que la subasta tendrá lugar el sábado, si bien no dio explicaciones, informa 'Kapitalis'.
Los ingresos generados por esta subasta, que tendrá lugar en la sala Cleopatra, en Gammarth, un suburbio al norte de Túnez, irán a parar a las arcas del Estado, que necesita efectivo para cerrar el Presupuesto de este año, según el diario. El ministro precisó que se espera recaudar 1.000 millones de dinares (algo más de 487 millones de euros).
En su momento, Besbes explicó a la agencia oficial TAP que el Gobierno pretende vender todos los objetos expuestos, incluidos diamantes, piezas de arte, alfombras y coches de lujo, para poder obtener fondos para invertir en proyectos para la recuperación económica del país.
La exhibición contó con unos 8.000 objetos de los 54.000 que le fueron confiscados al expresidente, su mujer, Leila Trabelsi, y su familia.
Según explicó Besbes, el Estado ya ingresó 750 millones de dinares (366 millones de euros) por la venta de las propiedades inmobiliarias confiscadas a Ben Alí.