El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, se fijó ayer como objetivo de su Gobierno poner fin al conflicto armado en su país mediante un acuerdo con las FARC, al tiempo que esta guerrilla anunciaba que acudirá al diálogo en La Habana «sin rencores ni arrogancias».
Santos y el máximo líder de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, alias 'Timochenko', enviaron así mensajes favorables a la paz tras unas conversaciones previas mantenidas en los últimos meses que desembocarían en la apertura del proceso formal en octubre en Oslo, para después trasladar las mesas de diálogo a La Habana.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se refirieron ayer por primera vez a estos hechos en un vídeo difundido por internet que recoge, con una canción a ritmo de rap, su expectación y postura ante estos acercamientos.
El documento audiovisual, titulado Vídeo por la paz , fue presentado por 'Timochenko' o 'Timoleón Jiménez', como también se le conoce y quien sucedió a finales de 2011 al anterior líder de la guerrilla, 'Alfonso Cano', muerto en combate con militares.
«Llegamos a la mesa de diálogos sin rencores ni arrogancias», afirma 'Timochenko' al inicio del vídeo, para después cerrarlo con la proclama: «Hemos jurado vencer y venceremos».
Según un acuerdo o borrador de pacto divulgado la semana pasada por RCN Radio, el Gobierno y las FARC alcanzaron el consenso en la capital cubana tras unas conversaciones que se iniciaron el 23 de febrero, cuando la guerrilla anunció su renuncia al secuestro como forma de financiación, y que fueron seguidas, al parecer, por varias citas previas en Venezuela y Colombia.
El anunciado proceso será el tercero formal del Estado colombiano con las FARC en la larga historia del conflicto armado interno.
El primero lo promovió el presidente conservador Belisario Betancur (1982-1986), que avanzó hasta un alto el fuego, y el segundo lo llevó a cabo el también conservador Andrés Pastrana (1998-2002), que aceptó desmilitarizar una gran zona del sur del país y nunca cesaron las hostilidades.
En ambos casos terminaron en fracaso.