El ex primer ministro sirio Riad Hiyab, que desertó la semana pasada, aseguró ayer que el régimen de Damasco solo controla el 30% del territorio nacional, en un día en que la ONU y la oposición buscaron nuevas opciones para aliviar la crítica situación de los civiles. La secretaria general adjunta de la ONU para Asuntos Humanitarios, Valérie Amos, llegó ayer a Damasco, donde reclamó a las autoridades que permitan el acceso de la ayuda humanitaria a las zonas más castigadas.
En la capital fue recibida por el nuevo primer ministro sirio, Wael al Halqi, quien le insistió en que las sanciones económicas impuestas a su país por la comunidad internacional solo afectan «a los ciudadanos sirios inocentes». Amos, por su parte, subrayó la necesidad de buscar vías para aliviar la situación de todos aquellos que se han visto obligados a abandonar sus hogares por el conflicto, y que la ONU calcula en más de un millón y medio de personas.
Plan
En esta línea, el Consejo de Coordinación Nacional (CCN), principal grupo de la oposición interna en Siria, presentó un plan que propone un alto el fuego en los próximos días, que abra la puerta a un intercambio de prisioneros y a un eventual diálogo político con vistas a iniciar la transición. El objetivo del CCN es que esta tregua se declare antes del inicio de la festividad del Aid el Fitr, que marca el fin del Ramadán, y que sirva para intercambiar prisioneros y para abrir pasillos humanitarios.
Además, debería conducir a un diálogo político, que, según la hoja de ruta a la que tuvo acceso Efe, reuniría a los miembros de la oposición y una delegación del régimen que tenga plena autoridad negociadora y esté integrada por personalidades que no hayan cometido delitos de sangre.