Decenas de miles de egipcios se concentran en la plaza cairota de Tahrir, cuyos accesos han cerrado, para mostrar su ira hacia el fallo que hoy condenó a cadena perpetua al expresidente Hosni Mubarak y al exministro del Interior Habib al Adli, y absolvió a seis de sus colaboradores.
Los manifestantes han instalado vallas y alambradas para evitar el paso del tráfico rodado en todos los accesos a la emblemática plaza, según pudo constatar Efe, donde ha aumentado el número de personas al atardecer.
La televisión egipcia mostró imágenes del excandidato presidencial Hamdin Sabahi, considerado el aspirante de los revolucionarios, llegando a Tahrir a hombros de sus seguidores.
Sabahi no consiguió pasar a la segunda vuelta de los comicios -que se celebrará entre el 16 y 17 de junio- tras quedar tercero en la primera ronda, desarrollada entre el 23 y 24 de mayo.
Otro excandidato que acudió a la plaza fue el izquierdista Jaled Ali, quien encabezaba una marcha que llegó a Tahrir, donde le recibieron los manifestantes gritando «Una sola mano», apuntó la agencia de noticias estatal egipcia Mena.
En ausencia absoluta de fuerzas de seguridad, los congregados cantan consignas como «El pueblo quiere ejecutar a Mubarak» o «Nulo», en referencia al fallo del Tribunal Penal de El Cairo que absolvió al exmandatario y a sus hijos, Alaa y Gamal, de los cargos de corrupción al haber prescrito.
Mubarak y Al Adli fueron condenados a cadena perpetua tras ser hallados culpables de la muerte de manifestantes durante la revolución que terminó con la renuncia del mandatario en febrero de 2011.
La indignación en Tahrir también se ha enfocado hacia los seis asesores de Al Adli en el Ministerio del Interior, que fueron absueltos por el asesinato de manifestantes.
Uno de los puntos de mayor tensión en Tahrir es el comienzo de la calle Mohamed Mahmud, que lleva hasta el Ministerio del Interior, que fue escenario de una sangrienta batalla con la policía en noviembre de 2011.
Para impedir que nadie se dirija al ministerio para buscar la confrontación con las fuerzas de seguridad se han formado cadenas humanas que impiden la entrada en esa calle.
«No queremos problemas. Tenemos que protestar en la plaza y hacer oír nuestra voz por esta sentencia injusta e ilegítima», dijo a Efe Mohamed Alaa Mahfuz, uno de los voluntarios de la cadena humana.
El comerciante Yaser Ali, que llevaba una pancarta de protesta con las fotos de Mubarak y del candidato presidencial Ahmed Shafiq, explicó a Efe que se encuentra «desilusionado», porque, a su entender, el proceso ha sido «un juicio político y no justo».
«Si Shafiq (último primer ministro de Mubarak) es elegido presidente, lo primero que hará será ponerlo en libertad», añadió.