El candidato socialista a la presidencia francesa, François Hollande, recibió ayer el respaldo del centrista François Bayrou para la segunda vuelta electoral, lo que refuerza su posición de favorito frente al conservador Nicolas Sarkozy.
Un día después del cara a cara televisado con Sarkozy, Hollande celebró su último gran mitin en Toulouse, tradicional lugar de cierre de campaña de la izquierda, un acto que quedó eclipsado por el anuncio de Bayrou de que le apoyará.
Decisión personal
El centrista, tradicional aliado de la derecha, afirmó que es «una decisión personal» y no pidió a sus votantes que hagan lo mismo.
Con más de 3,2 millones de votos, el 9,13% del total, Bayrou acabó quinto en la primera vuelta de las elecciones presidenciales del pasado día 22.
Pese a haber compartido gobierno con Sarkozy a principios de los años 90, Bayrou se negó a darle su apoyo por la deriva hacia la extrema derecha que ha emprendido el presidente saliente, en busca de los 6,5 millones de votos de Marine Le Pen, colocando en la vanguardia de su campaña temas como la inmigración o las fronteras, que «pueden conducir a enfrentamientos entre franceses», según el político centrista.
«La línea de Sarkozy es violenta y entra en contradicción con mis valores, los de mi corriente política y los del gaullismo», afirmó.