Israel ha creado de facto tres nuevos asentamientos en Cisjordania por primera vez desde 1990 al legalizar, con una maniobra política, las colonias no autorizadas de Brujín, Rejelim y Sansana, denunció ayer la principal organización pacifista del país, «Shalom Ajshav» (Paz Ahora, en hebreo).
«El equipo ministerial encargado por el Gobierno decidió legalizar las comunidades de Sansana, Rejelim y Brujín, que fueron establecidas en los noventa con base en anteriores decisiones gubernamentales», reza el breve anuncio oficial en hebreo efectuado el lunes por la noche.
Aunque todos los asentamientos son ilegales, según el derecho y la comunidad internacional, Israel distingue entre los de Jerusalén Este (que no considera como tales, sino «barrios») y los de Cisjordania, que se dividen a su vez entre autorizados (donde vive la gran mayoría de colonos) y no autorizados.
Hoja de Ruta
Rejelim y Brujín, en el norte de Cisjordania, y Sansana, cerca de Hebrón, donde residen unas 850 personas (sobre todo jóvenes religiosos) pertenecían a esta última categoría, que Israel se comprometió en 2003 a evacuar al aceptar la Hoja de Ruta, según el listado de Shalom Ajshav.
Dos de ellos aparecen como no autorizados en el informe oficial más importante al respecto, que efectuó en 2005 la fiscal Talia Sasson.
Mark Reguev, portavoz del primer ministro Benjamín Netanyahu, defiende que las tres comunidades eran «asentamientos legales», ya que nacieron en los años noventa «con autorización» del Gobierno de turno, por lo que la luz verde es sólo el fin de un proceso legal.
«La decisión no cambia de ninguna manera la realidad sobre el terreno ni establece nuevo asentamiento alguno», subrayó Reguev.
El liderazgo palestino criticó la iniciativa, que ve como «una nueva elección israelí de los asentamientos, en vez de la paz», en palabras de su jefe negociador, Saeb Erekat.
«Está claro que Israel sigue imponiendo realidades sobre el terreno e imponiendo la construcción y expansión de asentamientos», recalcó en un comunicado.
En la misma línea, Nabil abu Rudeina, portavoz del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, consideró la legalización como «la esperada respuesta» que Netanyahu prometió a la carta que le fue entregada hace siete días con las condiciones palestinas para la reanudación del diálogo de paz.