El primer ministro de Túnez, Hamadi Jebali, ha afirmado que el Gobierno, de tendencia islamista, respetará las «tradiciones» de sus visitantes «en su comida, ropa y estilo de vida».
Jebali se ha pronunciado sobre el tema en una conferencia dirigida a promover el turismo, que se ha celebrado en la isla de Djerba, conocida por sus playas de arena blanca y spas de lujo.
El partido de Jebali, Ennahda, de tendencia islamista moderada, asumió el poder al frente de una coalición tras las elecciones realizadas después de la revolución del año pasado, que derrocó al veterano líder Zine al Abidine Ben Ali y desató la primavera árabe.
Túnez, donde el siete por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) proviene del turismo, vio caer el número de visitantes e ingresos turísticos en más de un tercio después de la revolución. Alrededor de cinco millones de turistas visitaron el país el año pasado, frente a los siete millones de 2010. Los temores sobre la seguridad los llevaron a huir del territorio tunecino o a cancelar las reservas.
«Desafortunadamente, algunos quieren pintar a Túnez como una jungla y sembrar temor ante el gobierno de Ennahda, pero esto no refleja la realidad y la prueba es que los críticos hablan libremente», ha dicho Jebali a los periodistas en el marco de la conferencia.
Mejores reservas turísticas
El primer ministro señaló que las reservas turísticas han mejorado este año, y que Túnez espera recuperar sus siete millones de turistas e incluso superar esta cifra, al fomentar las visitas a sitios históricos y culturales y al desierto del sur.
En un esfuerzo por disipar los temores de que el país pueda imponer la 'sharia' o ley islámica, Jebali ha informado de que están redactando una constitución para proteger la naturaleza «civil» del Estado.