Al menos 75 cadáveres sin identificar fueron encontrados hoy en la cámara frigorífica del Hospital Nacional de la ciudad de Homs, en el centro de Siria, apuntaron los opositores Comités de Coordinación Local.
Esta red de activistas informó también en un comunicado de que al menos 47 personas murieron hoy en Siria, al tiempo que las tropas leales al régimen bombardearon varios focos opositores del centro y sur del país.
Solo en la provincia de Homs se registraron treinta muertes, trece de las cuales fueron durante los bombardeos sobre el barrio de Dir Baalba.
Un número indeterminado de personas escapó de esta zona, según los Comités, que aseguraron que las bombas también cayeron sobre la ciudad de Rastan, en la misma provincia.
Otras doce personas fallecieron en la provincia septentrional de Idleb y cinco en los alrededores de la ciudad de Alepo, también en el norte.
Entre tanto, en la provincia meridional de Deraa, las fuerzas gubernamentales bombardearon con artillería pesada diferentes viviendas en la localidad de Dael y dispararon contra los civiles en la de Ebtaa.
Los opositores agregaron que las tropas leales al presidente sirio, Bachar al Asad, y los rebeldes del Ejército Libre Sirio (ELS) se enfrentaron en la ciudad de Dir Zur, en el este del país, y en la localidad de Janaser, en Deraa.
La violencia persiste en Siria, adonde está previsto que llegue hoy el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Jakob Kellenberger, para extender las operaciones humanitarias de esta organización y lograr el acceso a los centros de detención.
El régimen de Al Asad mantiene su ofensiva militar tras haber anunciado oficialmente que acepta con algunas reservas la iniciativa de solución a la crisis propuesta por el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan.
Damasco considera que detrás de la violencia se encuentran grupos terroristas, por lo que no prevé una retirada de las tropas de las ciudades hasta que no retorne la seguridad.
Estos sucesos se producen después de que ayer el grupo de los llamados «Amigos de Siria» se reuniera en Estambul con representantes de la oposición siria y volviera a apostar por una solución negociada cuanto antes.
Los 83 países participantes acordaron reconocer al opositor Consejo Nacional Sirio como representante de todos los sirios, pero evidenciaron de nuevo sus diferencias respecto a una eventual intervención militar extranjera, el envío de una fuerza de paz árabe o el apoyo explícito a los rebeldes, tal como demandan algunos sectores de la oposición y ciertos países de la región.
Según datos de la ONU, desde el inicio de las protestas en Siria a mediados de marzo de 2011, más de 9.000 personas han perdido la vida, mientras que más de 200.000 se han desplazado a otras zonas dentro del país y 30.000 se han refugiado en el extranjero.