El expresidente de Sudáfrica Nelson Mandela, de 93 años, abandonó hoy el hospital tras ser sometido el sábado a una laparoscopia para examinar el origen de un dolor abdominal prolongado, informó hoy Presidencia sudafricana.
«Los médicos han decidido enviarle a casa después de comprobar que las pruebas realizadas no mostraron ningún problema serio», afirmó el Gobierno sudafricano en un comunicado difundido hoy.
«El presidente Zuma desea agradecer al público por sus buenos deseos y apoyo (al expresidente Nelson Mandela), añadió la Presidencia en la nota oficial.
Horas antes, la ministra sudafricana de Defensa, Lindiwe Sisulu, aseguró que el premio Nobel de la Paz de 1993 fue ingresado para practicársele una laparoscopia, una técnica poco invasiva que permite observar la cavidad abdominal del paciente.
«No había nada grave. La razón por la que se le llevó al hospital es porque experimentaba molestias continuadas», dijo Sisulu en una comparecencia ante los medios en el Parlamento, en Ciudad del Cabo, en palabras recogidas por la agencia sudafricana Sapa.
El Gobierno informó ayer a través de un comunicado que Nelson Mandela fue ingresado en un hospital debido a un dolor abdominal continuado, aunque no precisaron el centro hospitalario.
Los reporteros aguardan ahora en la puerta de su casa de Houghton, Johannesburgo, para obtener una imagen del expresidente en caso de que regrese a su residencia en la ciudad.
Mandela dejó hace un mes su casa de Qunu (sureste de Sudáfrica) para regresar a Johannesburgo, supuestamente para realizarse un chequeo rutinario, según explicaron a Efe entonces fuentes cercanas a la familia.
El líder de la lucha contra el apartheid permanece bajo vigilancia médica desde que fuera ingresado en enero de 2011 en el hospital de Milpark, Johannesburgo.
El expresidente, que se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica en 1994 después de pasar 27 años en prisión, fue dado de alta en febrero del año pasado y enviado a su casa de Houghton.
Pocos días antes de cumplir 93 cumpleaños, en julio de 2011, Mandela se trasladó a su casa de Qunu, lugar donde pasó su juventud, acompañado de un equipo médico.
La última aparición pública Mandela, conocido cariñosamente como Madiba, fue en la final del Mundial de Fútbol de Sudáfrica de 2010, que ganó España.