El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el primer ministro británico, David Cameron, han instado a los opositores sirios a unirse para que la comunidad internacional pueda ayudarles a derrocar al presidente Bashar al Assad.
Sarkozy ha señalado que la falta de unidad entre los distintos grupos de la oposición siria es un obstáculo tan importante a la hora de resolver la crisis como la reticencia a actuar de algunos países (Rusia y China) en el Consejo de Seguridad de la ONU y ha advertido de que si no hay una alternativa creíble, la revuelta fracasará. Cameron también ha lamentado la falta de unidad de la oposición siria porque, en su opinión, limita la capacidad de otros países para ayudarla, si bien ha añadido que Londres y París están trabajando juntos para ver de qué manera pueden hacerlo.
Represión
Al Assad sigue ignorando a quienes le piden que ponga fin a la represión que comenzó hace once meses, con las primeras protestas antigubernamentales. Sus fuerzas volvieron a atacar los bastiones de la oposición en la ciudad de Homs.
Al menos 66 personas murieron ayer en distintos actos de violencia y protestas en Siria, entre ellas doce soldados desertores que fueron ejecutados en el sur del país.
Las fuerzas de seguridad abatieron a los desertores en un puesto de control frente a un hospital en la localidad de Jasem, en la provincia meridional de Deraa, donde otras catorce personas fallecieron en distintos sucesos, apuntó el grupo opositor en un comunicado.
Además de estos muertos, quince personas perdieron la vida en la ciudad de Homs, en el centro de Siria, como consecuencia de los intensos bombardeos registrados en varios barrios como Baba Amr o Inshaat.
Además, otras seis personas perdieron la vida ayer en el barrio de Mezze (Damasco), cinco en la provincia de Dir Zur (este), cinco en Alepo (norte), tres en Hama (centro), tres en Idleb (norte) y tres en las afueras de la capital, añadieron los Comités de Coordinación Local.
La nueva ola de violencia se produce después de que la ONU aprobase una resolución de condena contra la violencia del régimen de sirio sobre la población civil.