El presidente de EEUU, Barack Obama, hizo ayer de la justicia económica su bandera en su discurso sobre el Estado de la Unión, en el que presentó lo que a todas luces será su programa para la reelección en las presidenciales de noviembre.
El presidente estadounidense insistió en que los valores del país -oportunidades y reglas iguales para todos- están en peligro y es necesario tomar medidas urgentes para impedirlo. Es, a su juicio, «la cuestión clave de nuestra época».
«Es hora de aplicar las mismas reglas a los de arriba que a los de abajo: ni planes de rescate, ni dádivas, ni escapatorias... Que cada uno asuma sus responsabilidades», destacó, en una alocución de contenido abrumadoramente económico y en el que la política exterior sólo ocupó un papel secundario.
Una economía «que dure»
Obama presentó un plan «para construir una economía que dure». En él propuso promover la innovación manufacturera y la creación de empleo en territorio estadounidense, alentar el crecimiento del sector de las energías limpias y fomentar la educación.
Pero también consideró que todos los estadounidenses deben comportarse bajo las mismas reglas y recibir oportunidades, y por ello propone que aquellos que ingresen más de un millón de dólares paguen al menos el 30% de sus ingresos en impuestos.
En respuesta al discurso, los republicanos urgieron al presidente a sacar al país del estancamiento económico y el endeudamiento para evitar la «catástrofe» que ahora enfrentan Grecia, España y otras naciones europeas.