El presidente de Siria, Bachar al Asad, anunció ayer en un discurso a la nación que el próximo mes de marzo se celebrará un referéndum sobre la nueva Constitución del país y apoyó una mayor implicación de «todas las fuerzas políticas» en el régimen. Asimismo, denunció la «hipocresía» de la Liga Arabe, cuyos dirigentes «no saben nada sobre democracia».
En su discurso, pronunciado en la Universidad de Damasco y transmitido en directo, Al Asad afirmó que los disturbios que vive el país desde marzo de 2011 le han causado una «profunda cicatriz» en su «corazón». Según el presidente, la prioridad de su Gobierno, en estos momentos, es restaurar el orden, lo cual solo será posible «si se golpea a los terroristas con puño de acero».
Represión
«No puede haber tolerancia con el terrorismo ni con los que utilizan armas para matar», manifestó Al Asad. No obstante, aseguró que en su país «no se está encubriendo a nadie y no se ha dado ninguna orden a nadie para que abra fuego contra ningún ciudadano».
El mandatario aseguró en su discurso que la actual crisis política del país demuestra que los sirios están dispuestos a tener un «Estado moderno».
Según el presidente, en el país hay «diferencias» pero «no una división interna que justifique la formación de un gobierno de unidad nacional». En este sentido, aunque se mostró contrario a la participación de la oposición en el Gobierno porque esto le permitiría «chantajear» al país con sus demandas, sí defendió la posibilidad de que haya una mayor implicación de «todas las fuerzas políticas» en el régimen.