Rusia vive hoy las elecciones parlamentarias consideradas un ensayo general de las presidenciales de marzo de 2012 y con un claro favorito a la victoria: el partido oficialista Rusia Unida (RU), que lidera Vladimir Putin. Casi 110 millones de rusos están convocados a la urnas para elegir a los 450 miembros de la Duma, la cámara baja del Parlamento, en unos comicios en los que por primera vez en la historia postsoviética de Rusia participan todos los partidos políticos inscritos legalmente, que son siete. La totalidad de los miembros de la Duma se eligen por listas de partidos, que para acceder al reparto proporcional de los escaños necesitan obtener al menos el 7% de los votos emitidos. Además, las formaciones que consigan entre el 5 y 7% de los sufragios tendrán derecho a un escaño. Los sondeos coinciden en que RU, cuya lista la encabeza el presidente saliente, Dmitri Medvédev, conseguirá la mayoría absoluta en la Duma, pero perderá una cantidad importante de escaños y, con ellos, la mayoría cualificada de dos tercios que se requiere para la aprobación de leyes constitucionales.
Subida comunista
Además, mantendrán e incrementarán su representación el Partido Comunista, que se perfila como la segunda fuerza electoral, el ultranacionalista Partido Liberal Democrático y el socialdemócrata Rusia Justa.
Según todas las encuestas, las formaciones liberales Yábloko y Causa Justa, al igual que la nacionalista Patriotas de Rusia, quedan fuera del arco parlamentario. Si bien nadie duda de la victoria de RU, la gran intriga de los comicios de mañana radica en cuántos escaños perderá de los 302 que la formación oficialista tiene en la actualidad.