El primer ministro italiano, Mario Monti, obtuvo ayer el 'sí' definitivo por parte del Parlamento a su recién constituido Ejecutivo y anunció que, a partir de ahora, Italia contribuirá «permanentemente» al eje París-Berlín para abordar los problemas de la eurozona.
Con 556 votos a favor y 61 en contra, el excomisario europeo logró pasar el voto de confianza en la Cámara de los Diputados a la investidura de su Gobierno de tecnócratas, de nuevo con una amplia mayoría, como ocurriera ya el jueves en el Senado.
Al igual que en la Cámara alta, la Liga Norte, socio de Gobierno del anterior primer ministro italiano Silvio Berlusconi, fue el único partido en oponerse a la constitución de este Ejecutivo, creado en un tiempo récord de menos de una semana para intentar devolver a los mercados la confianza en las finanzas públicas de Italia.
Tras exponer en el Senado su programa de gobierno, que se basará en el rigor presupuestario, el crecimiento económico y la equidad, Monti compareció ayer en el pleno de la Cámara baja para insistir en su idea de devolver a Italia al primer plano de las decisiones económicas en Bruselas, en calidad de tercera economía de la eurozona.
En este sentido, el primer ministro anunció que, a partir de ahora, Italia dará su contribución «permanentemente» a la solución de los problemas de Europa junto al eje que forman la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, con quienes mantuvo una teleconferencia.
«Todo nuestro trabajo estará inspirado por el objetivo de tener una Italia más fuerte, más digna, más creíble, como Italia europea. Me complace anunciar a quienes sugieren que hay que hacer valer más las razones y la fuerza de Italia en las sedes europeas que la próxima semana tendré dos visitas» para celebrar reuniones, explicó.
El nuevo Gobierno italiano pretende acometer una reducción de los gastos que suponen para el Estado los políticos, una reforma del mercado laboral y del sistema de las pensiones y una lucha contra la evasión fiscal.