El Satélite de Investigación de la Alta Atmósfera (UARS) ha entrado en la atmósfera y ha caído en la Tierra, confirmó hoy la agencia espacial estadounidense (NASA).
En su Twitter, la NASA explicó que el UARS "penetró en la atmósfera sobre el océano Pacífico", aunque "el momento preciso de la entrada y el lugar no se conocen con certeza".
Previamente, había informado de que los restos del satélite, que pesa unas seis toneladas, "cayeron en la Tierra entre las 03.23 GMT y las 05.09 GMT".
"El satélite estaba cruzando en dirección este sobre Canadá y Àfrica, así como sobre vastas zonas de los océanos Pacífico, Atlántico e Indico durante ese periodo", explicaba.
Según mensajes difundidos en la red social Twitter sin confirmar, algunos restos del satélite habrían caído en el oeste de Canadá, en la ciudad de Okotoks, al sur de Calgary.
El UARS tiene el tamaño de un autobús y pesa más de 5,5 toneladas, aunque la NASA volvió a insistir hoy en que el riesgo para la seguridad de las personas es "muy remoto".
Los científicos calculaban que al menos 26 grandes piezas del artefacto podían soportar las altas temperaturas del reingreso y caerían sobre la Tierra.
La probabilidad de que alguno de los restos del UARS -que pesa 5.675 kilogramos- alcanzara a una persona era muy remota, según la NASA, que la cifra en una entre 3.200.
De hecho, la NASA asegura que, desde el comienzo de la era espacial, no se ha confirmado ningún caso en el que haya resultado herida una persona por un objeto espacial durante la maniobra de reingreso en la atmósfera.