Un ataque suicida enlutó ayer el mes de Ramadán en Pakistán y acabó con la vida de al menos 45 fieles congregados en una mezquita cerca de la frontera afgana, una zona controlada por grupos talibanes y redes criminales.
Una fuente oficial de la región tribal de Khyber explicó a Efe por teléfono que otras 80 personas sufrieron heridas a causa de la deflagración, que tuvo lugar a las 13.45 hora local (08.45 GMT), durante el rezo comunitario de los viernes.
Muchos de esos heridos han sido trasladados a Peshawar y fuentes de la administración de Khyber no descartan que el cómputo de fallecidos pueda aumentar con el paso de las horas debido a la gravedad de las lesiones de algunos de ellos.
El templo atacado se alzaba en la zona de Jamrud, situada en las afueras de Peshawar, capital de la provincia noroccidental de Khyber-Pakhtunkhwa, y a pocos kilómetros de la frontera afgana.
Al parecer, un suicida irrumpió en la mezquita de Al Medina a través de una ventana durante la oración e hizo estallar la carga explosiva que portaba.