El Gobierno chileno dijo ayer que un total de 396 personas fueron detenidas en las protestas ocurridas durante el paro nacional convocado el martes por estudiantes universitarios y de secundaria, movilizados desde hace tres meses en demanda de mejoras en la educación pública.
La información fue difundida por el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, quien dijo a los periodistas que hubo 55 carabineros y 23 civiles heridos en los disturbios, que atribuyó a grupos de encapuchados al culminar las marchas organizadas por los estudiantes.
Agregó que del total de detenidos, 118 corresponden a Santiago y 278 a otras regiones, donde también hubo manifestaciones multitudinarias.
Lumpen
Ubilla condenó la violencia de los vándalos, al señalar que «lo que vimos ayer fue a estudiantes mezclados con lumpen que hizo destrozos de una envergadura pocas veces vistas».
La jornada de protesta culminó durante la noche del martes con un masivo 'cacerolazo' en Santiago y otras ciudades que en general fue pacífico, salvo algunos casos puntuales en sectores periféricos de Santiago, donde según informó la policía, grupos de vándalos trataron de saquear locales comerciales y de cometer otros desmanes.
Cuatro alumnos de un liceo de Santiago que son parte de una treintena que mantienen una huelga de hambre desde hace dos semanas en respaldo a las demandas estudiantiles, debieron ser atendidos en un hospital de urgencias tras sufrir una descompensación durante la madrugada.
Según los abogados de los alumnos, los huelguistas fueron afectados por bombas lacrimógenas y de humo lanzadas por la policía.