Desde el comienzo de los disturbios en Londres, el pasado sábado, y hasta ayer por la mañana, la policía británica había detenido a más de 200 personas, según un balance hecho público por las autoridades.
En concreto, durante la noche del sábado las fuerzas de seguridad arrestaron a 62 personas, y otras 153 fueron detenidas entre la noche del domingo y la mañana de ayer. Las edades de los arrestados oscilan entre los once años del sospechoso más joven y los 46 años.
Las autoridades han dictado cargos contra al menos 27 personas, según recoge la cadena de televisión BBC. Las imputaciones contemplan saqueos, robo o desórdenes violentos.
Las calles de la capital del Reino Unido vivieron ayer el tercer día consecutivo de los disturbios que comenzaron en el barrio de Tottenham. La revuelta tiene su origen en la muerte de Mark Duggan, de 29 años, raza negra y padre de cuatro hijos, abordado por los agentes cuando viajaba en un taxi en el transcurso de una operación contra el tráfico de armas en la comunidad negra del norte de la ciudad.
Las autoridades del área de Haringey calculan que Tottenham ha sufrido daños de entre 8 y 10,3 millones de euros. Cinco edificios tienen destrozos que afectan gravemente a su estructura, entre ellos un inmueble de los años treinta que quedó completamente calcinado. Además, en torno a un centenar de establecimientos han sido atacados.
Nuevas áreas
La violencia se ha extendido al área de Hackney, en el este de Londres, y a los distritos de Peckham y Lewisham, en el sur. Al menos un edificio y un autobús ardieron en Peckham ayer.
En respuesta a los disturbios, la policía desplegó ocho furgones con unos 200 agentes. Las autoridades calculan que desde el pasado sábado han resultado heridos 35 efectivos de seguridad.
El viceprimer ministro británico, Nick Clegg, volvió a defender ayer la labor de la policía durante un encuentro con ciudadanos celebrado en el sur de la capital y en el que destacó que las fuerzas de seguridad reaccionaron «con rapidez» a las revueltas.
Clegg, liberaldemócrata, destacó que la «prioridad» ahora es que la policía sofoque los disturbios y, por tanto, descartó por el momento que se convoque de emergencia a los parlamentarios.
«Esperemos que esta noche no veamos una repetición de lo que vimos la anterior», dijo, si bien los jóvenes que habían salido a la calle no mostraban signos de frenar sus violentas movilizaciones.